Jaime Bayly: "Escribo lo que tengo que expulsar de mí"

El escritor, presentador y periodista peruano dialogó con Jujy Fabini durante la presentación de El niño maldito y la escritora terrible en la Feria Internacional del Libro.

21698g¿Cómo definirías al Uruguay?

Cuando pienso en este país pequeño y admirable, siempre pienso primero que nada en fútbol. Soy adicto al fútbol. Hay algunos futbolistas uruguayos que he admirado mucho. Ahora, por supuesto, Luis Suárez, pero en su día el príncipe Francescoli, así como tantos otros. Siempre me he preguntado cómo un país tan pequeñito produce tantos artistas de gran valor y tantos futbolistas maravillosos.

Desde luego que las entrevistas a los políticos no son las más fascinantes. Me hubiera encantado entrevistar a Galeano, no se pudo; fui en parte amigo de Gustavo Escanlar.

Uruguay tiene un encanto que es el de la melancolía, el lugar en apariencia decadente o tranquilo que no hace alarde nada y está en la sombra. Es un lugar maravilloso.

¿Cómo le contarías a la gente tu literatura?

Cada novela mía es un autorretrato y cada autorretrato es más feo que el anterior. A mí me han fascinado siempre los pintores, pienso en Frida Kahlo, Van Gogh, que estaban todo el tiempo atormentándose con un nuevo autorretrato severo y despiadado. Los autorretratos artísticos que pueden tener valor no son los que te embellecen sino los que te recuerdan tu miserable condición humana.

¿Escribís lo que te gusta leer?

Escribo lo que me parece inevitable, lo que tengo que expulsar de mí. No es una elección calculada o racional. Es casi una manera de vivir. No imagino la vida sin escribir.

¿Por qué decidiste ser periodista?

A veces pienso que el destino eligió por mí. Tenía 15 años cuando mi madre me obligó a entrar a trabajar en un periódico. Era reportero. Desde entonces me hice periodista. Hasta hoy. Siento que soy más periodista que escritor. Supongo que es porque el periodista tiene más preguntas que respuestas. Si uno siente que tiene todas las respuestas entonces tal vez allí no habrá un buen periodista. El periodista tiene que dudar, cuestionar, preguntar y repreguntar. El periodista tiene que atreverse a ser de a ratos insolente o incómodo al poder. El periodista que sueña con ser embajador, ministro o congresista, va por mal camino. Un buen periodista tiene que estar siempre en la oposición y tener más preguntas que respuestas.

¿A quién te quedó pendiente entrevistar?

Me encantaría entrevistar a Maradona, también al papa argentino. Son dos extremos de una misma forma de demencia locuaz.

Que te atraen seguramente…

Mucho. Tengo una pasión inexplicable por Argentina desde muy joven. Siempre me sentí más a gusto en Buenos Aires que en Lima. En Lima me he sentido un poco extranjero. Trato de reconciliarme con la ciudad, y de hecho cuando voy a un buen restaurante me reconcilio, pero luego están las otras tensiones, las del honor y la reputación, que de momento no han resultado fácilmente reconciliables.

Esta novela es una oda al fracaso. ¿Cuál ha sido tu éxito?

Tal vez es un éxito atreverse a contar impúdicamente tus fracasos y no sentirte avergonzado por ellos, y entender que la vida es fracasar una y otra vez.

Vea la presentación completa de Jaime Bayly en la Feria Internacional del Libro


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