De Mercedes Rosende.
Desde un apartamento en la Ciudad Vieja espía a sus vecinos, contempla trescientas veintidós estatuillas japonesas y trama una venganza. Ah, y Úrsula tiene hambre. Siempre tiene hambre.
Mientras tanto el abogado Antinucci, Ricardo el Roto y la Comisario Leiva, cada uno a su manera, se unen a este coro de pecado y de perdón.