La Eterna Promesa XXXI

"Volver, con la frente marchita" ¡Hola! Sí, leíste bien. Te estoy saludando. Sí, soy yo. O sea, yo, La Eterna Promesa, no “yo” de “vos”, ni yo de yo-yo. ¿Me explico? ¿No? Bueno, no importa. Antes eran chéveres. Antes agarraban los chistes… ¿Cómo están? ¿Cómo andan tanto tiempo? ¿Me extrañaron? Mucho, lo sé. ¿Pensaron que […]

"Volver, con la frente marchita"

¡Hola! Sí, leíste bien. Te estoy saludando. Sí, soy yo. O sea, yo, La Eterna Promesa, no “yo” de “vos”, ni yo de yo-yo. ¿Me explico? ¿No? Bueno, no importa. Antes eran chéveres. Antes agarraban los chistes… ¿Cómo están? ¿Cómo andan tanto tiempo? ¿Me extrañaron? Mucho, lo sé. ¿Pensaron que había cerrado este antro? No, señor. No, señora. No, señore (en italiano). Se preguntarán qué fue de mí, a dónde me llevó la vida y por qué dejé esta fantástica zaga de cuentos cortos. Fantástica porque era de fantasía, irreal de tan buena. En fin. Volví. ¿Volvió el ‘Loco’ Abreu al fútbol uruguayo y no voy a volver yo? Miss me spider (“me extraña araña”).

Vine a dar la cara. Vine a responder ante mi gente. Bah, a responder a medias porque no pueden hacer preguntas, esto no es una conferencia de prensa. Los cité acá pero voy a hablar solo yo. La gran Tabárez. Perdón, Maestro. Me desubiqué. Se me fue la scooter. Ahora ya no puedo borrar con la mano lo que escribí con el codo. ¿Era así? Digo… espero que esto no repercuta en una posible, o más bien imposible, citación a la Selección. Perdoneme. No volverá a ocurrir.

Cambiando de tema para zafar… ¿Votaron a Maneco? Digo… él tiene el poder. Él es el mejor. Je. ¿Vieron que me mantengo informado sobre mi paisito, no? “No te olvides del pago si te vas pa’ la ciuda’. Cuanti más lejos te vayas más te tene’ que acorda'”. Y hablando de acordar, lo que no deben recordar es cuándo dejé de escribir. Después del partido con Francia salió el último de los especiales de “LEP en Rusia” y hasta ahí llegué. Quedamos afuera contra Griezmann y su banda… y quedé afuera yo también.

Estaba destrozado. Sin fuerzas. Me había ilusionado un montón. Sin ganas de escribir ni jugar al fútbol, di un paso al costado y agarré para los malos hábitos. Entre bares y discotecas me perdí por completo. ¿Se enteraron que me rescindieron contrato en China? ¿Nadie habla de mí ahí no? Qué triste es la realidad. Volví dos semanas tarde a los entrenamientos y me echaron como un perro. No era para menos, caí gordo como Porcel y con una baranda a alcohol que no la tapaba ni el Polo Verde. Por suerte en Rusia me había hecho un amigo, y qué amigo… De esos que solo existen en películas. Magnate ruso, lleno de plata, medio mafia y con más contactos que el Gallito Luis. Fue así que lo llamé y le pedí que me ayudara a salir adelante. Shot de vodka que va, shot que viene, pasó a ser mi representante.

Les juro que esos fueron mi últimos tragos. Fueron varios, pero fueron los últimos. A la mañana siguiente me mandó en un charter a un campo en Siberia. Al llegar me encontré con un frío indescriptible, un preparador físico cruza con militar, una nutricionista muy ortiba y un fisioterapeuta del tamaño de un oso polar. Mi nuevo repre, el rusito, como me gusta apodarlo creatividad mediante, vio en mí algo que nunca entenderé pero que mejor ni le pregunto. Pasé a ser su proyecto de vida. Cual si fuera Capitán América, me ajustó tuerca por tuerca y hoy me animo a decir que estoy para la nueva de Los Avengers. ¿Ironman, quién te juna, gil? Doy por obvio que vieron Capitán América… De lo contrario dejen el cuento acá, vayan a verla y después terminan con esto. ¿Qué hacen leyendo? Les dije que fueran a ver Capitán América. ¡Paren de leer, carajo! ¿No fui claro o qué? Ok. No la van a ver. Que Dios los perdone entonces, yo no lo voy a hacer. Sigamos…

Hoy, nueve meses después, desde la gélida Siberia nace este cuento. ¡Fue un parto! Je, el humor que me caracteriza… ¿Te saqué una sonrisa? De nada. En fin. Ustedes pidieron tercera temporada de #LaEternaPromesa y acá empieza. El futuro de la literatura uruguaya estaba en sus manos y ahora está en las mías. Tengo mucho para contarles. Hay varios clubes interesados en esta máquina y en cualquier momento estampo la firma. Se puede poner bueno y todo, eh… aviso y no espoileo. ¿Spoileo? Qué sé yo cómo se dice. Millennials estos me vuelven loco con sus palabritas. Los dejo que me voy a por el cuarto turno de entrenamiento del día. Qué lindo volver a verlos, volver a emocionarnos juntos… Se creía que era el Canal 12 el pibe. Chivo, clin-caja. Si ven a mi madre avísenle que estoy bien, que en cuanto pueda la llamo. Ah… y sepan que un día van a tener hijos, sobrinos, ahijados o nietos, y haber visto Capitán América los hará mejores en su rol. Cierro saludando al gran Carlitos Gardel, perdón por robarle parte de la canción para el título. Una falta de respeto, lo sé…


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