La Eterna Promesa XXXIV

La pelota siempre al 10.

Ahora entiendo por qué lo abultado de mi sueldo, ¡qué caro es este país! Con decirles que un sánguche baratito vale 600 pesos uruguayos… Eso sí, que este país es primer mundo se los puedo confirmar. A un nivel que ni se imaginan. Si usted lector vive en Uruguay, nunca más puede aceptar escuchar “Uruguay es la Suiza de América” o “Suiza es la Uruguay de Europa”. Pero en serio. Es como comparar “La reina del flow” con “Breaking Bad”, no compiten. Esto es perfecto. La gente viste excelente, son puntuales, amables, los adultos no bajan del título universitario, los niños son genios y estudiosos. Digamos, en resumen, que son como yo… pero al revés. El auto más viejo que vi tiene seis meses, parece una película de James Bond esto. Pensé en robarme uno pero no me decidí por cuál. A ese nivel… Además, creo que si hurto uno, viene el dueño y me dice que, de manera equivocada y sin querer, tomé prestado un coche que no era mío, que si necesito me ayuda a encontrar el mío. Son divinos… Se preguntarán por la parte deportiva, porque además de un influencer, soy un futbolista… Todo viento en popa. Le caí bien al DT, los compañeros son bien piola y físicamente estoy como quiero. ¡Gracias, ‘rusito’, por esa pretemporada! Me falta un poco con la pelota, pero eso para mí es como andar en bicicleta, no se olvida… ¿Humildad? Mi segundo nombre. Pará. ¿Se dieron cuenta que nunca les dije mi verdadero nombre? Gambetas que me permito como escritor de renombre… Sigamos así, me gusta ese apodo de “el pibe” o “La eterna”. Porque soy yo y también puedo ser vos. Sigmund Freud, tenemos una charla pendiente… A todo esto, en algún cuento debería saludar a los futbolistas que me leen. No por cholulo, cosa que soy, sino porque sé que ellos se sienten identificados en mucho de lo que me ha pasado en mi carrera. Y perdón que me ponga sentimental, pero es temprano y hace unas horas que no como, ya mi estómago habla alemán… Vieron lo que vale un sánguche, imagínense un desayuno completo… ¿Aburro mucho si pongo los nombres de los players lectores? Ok. Lo dejo para otra. ¡Breaking news! “Noticia que rompe”, para los no bilingües… ¡Me ofrecieron la número 10! Si estarán necesitados… Pensé en agarrar la 38, ese número espantoso que me acompañó hasta ahora, pero creo que es momento de cambiar. También barajé la posibilidad de pedir la 20 del maravilloso de Grossmüller, pero pobre, no se merece que le haga eso… Así que… ¡soy el nuevo 10 del Grasshopper! ¡Tomá pa vo’! Hice la vieja confiable y a la prensa le dije que necesitaba una semana para estar a la orden del mister. ¿Mister? ¿Cómo le dirán acá? Hinchas del Saltamontes, simpatizantes de este fútbol, periodistas deportivos, estén listos… se viene el pibe, se viene la zurda de cristal, se viene el 10, se viene el picante… Agárrense fuerte, están por conocer lo que es bueno. Antes de irme al club a comer, porque ahí es gratis, debo hacer un descargo. Y perdón que vuelva a mencionar a Felipe Cotelo, pero… ¡¿entienden que hasta grabó un poscas?! Creo que se dice así. Una entrevista grabada. ¡Y habla de mí como si yo tuviese algo que ver con él! Dice que yo soy su “alter-ego”… Pero por favor… a quién se le ocurre… ¡No sé ni qué es “alter-ego”! Hasta “Control-Alt-Suprimir” llego, más no… Ya quisiera él tener mi fama, mi belleza, mis cualidades futbolísticas y literarias, mis seguidores y mis haters… Sr. Cotelo, una carta documento va en camino. Ahora sí, a comer se ha dicho. ¡Al fin, pancita! Sean felices y sean amables, como los suizos.


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