Los yankees ganaron 1 a 0 y se enfrentarán a Países Bajos en octavos de final.
Irán y Estados Unidos se enfrentaron a las 16 horas por la última fecha de la fase de grupos en lo que iba a ser el último partido en el Mundial para -al menos- uno de los dos. El partido se disputó en el Estadio Al Thumama mientras, en el Ahmed bin Ali Stadium, Inlgaterra enfrentaba a Gales. A Irán le alcanzaba con el empate para clasificar -a no ser que se diera la victoria de Gales sobre Inglaterra-, mientras que Estados Unidos estaba obligado a ganar en el partido arbitrado por el español Antonio Mateu Lahoz.
El primer tiempo tuvo a un Estados Unidos protagonista, manejando los tiempos, la posesión y el peligro, atacando mayoritariamente por las bandas, tanto para centrar como para hacer el pase final hacia el medio. Irán se resumió a intentar evitar que los yankees se manejaran dentro del área iraní e intentar contragolpes con pocos jugadores.
Pero el plan de Irán falló en el minuto 38 cuando Sergino Dest recibió una pelota larga, descargó al medio con un cabezazo y se encontró con el extremo del Chelsea, Christian Pulisic, que la mandó a guardar. Después de definir, el atacante chocó contra el golero iraní y quedó sentido, por lo que, a pesar de intentar mantenerse en cancha, se vio obligado a irse sustituido en el entretiempo.
El segundo tiempo fue lento, ya que Estados Unidos seguía manejando la posesión e Irán no intentó recuperar la pelota en la cancha rival hasta que llegó el minuto 70, donde adelantó a sus líneas y logró apropiarse del ritmo de juego, pero siempre con muy pocas ideas; no logró exigir al golero estadounidense Turner en todo el partido. En los descuentos Irán reclamó un penal por una presunta falta sobre Taremi, pero fue en vano, ya que no hubo un contacto desestabilizante y Lahoz no compró lo que intentaron vender los gritos iraníes.
