China y Estados Unidos están en lucha y cada vez crecen menos, al tiempo que Latinoamérica no tiene rumbo claro.
Estamos cerrando un año que ha sido de grandes desafíos para la economía uruguaya. Y, últimamente, a eso se está sumando mucha incertidumbre en los países de la región, que siempre nos impactan. ¿Cómo se ve la economía mundial y regional?
Uruguay no está solo en la economía global y mucho menos en el vecindario.
La mala noticia es que la economía mundial se desaceleró y en la región hay un panorama de mayor vulnerabilidad, con economías que atraviesan francas crisis, entre ellas Argentina, y con otras que no terminan de levantar, como Brasil.
Se espera que el crecimiento económico mundial baje a 3 % este año. Y es el menor nivel desde la crisis financiera de 2008.
El 90 % de las economías se están desacelerando. Hace 2 años el 75 % estaba aumentando su velocidad de crecimiento.
El desempleo está en mínimos históricos en EEUU pero tanto esta economía como la de China empiezan a decrecer.
Las tensiones geopolíticas y la guerra comercial han impactado en la confianza de los empresarios, la inversión y en el comercio internacional
China y EEUU comenzaron a desacelerarse, ¿cómo impacta este nuevo panorama en la región?
Los factores externos continúan perjudicando las perspectivas de la región: lento crecimiento mundial y los precios moderados de las materias primas de los que se depende mucho. Además para muchos países China es su principal socio comercial y su desaceleración impacta de manera directa.
Por otra parte los países de la región dependen de flujos de capital para financiar sus inversiones. Y precisamente esto flujos han disminuido porque la región crece menos y porque hay más incertidumbre.
Las economías de ALC tendrán que recurrir a fuentes internas de crecimiento para acelerar la recuperación, lo que depende de un repunte del consumo y la inversión privados, apoyado por una recuperación de la confianza de las empresas y los consumidores.