En 1932, en los nigthclubs de Nueva York podía pasar...de todo. La ley seca imperaba en la ciudad, los buscavidas se movían por los clubs con una soltura asombrosa, y los jugadores se arruinaban incluso antes de que un avispado ladrón les robara lo que no tenian. Lo que había comenzado como un robo "rutinario", se había convertido en un lío monumental. Y ahora, víctima y ladrón estaban "condenados" a convertirse en los mejores amigos del mundo... y a buscar, durante los próximos 60 años, la forma más rápida de fugarse.
Relacionado
-
El hombre que abusó de una niña en Aguas Dulces fue invitado a la casa por el padrastro de la víctima y bebieron juntos, según investigación -
Ruben Correa Freitas: "Históricamente es el momento que hay más proyectos de reforma constitucional" -
"Los demonios del padre Antelo": podcast sobre el caso del padre Adolfo Antelo -
Fiscalía de Madrid solicitó el archivo de la investigación a la esposa del presidente español y afirma que no hay indicios de delito -
Choque entre dos motos en Jacinto Vera terminó con una mujer fallecida; uno de los vehículos era conducido por un policía -
Ciclo comercial de República AFAP