La historia del matrimonio de 67 años de Celia y Rupertino

Lopecito visitó la casa de Celia Torres y Rupertino López, en Puntas del Guaviyú. Son padres, abuelos y bisabuelos, y todavía trabajan en el campo.

Rupertino tuvo que traer al mundo a su primera hija, porque el parto los sorprendió a ambos en la casa. Como su madre le había explicado, sabía cómo cortar el cordón umbilical y así lo hizo. Luego baño a la bebé, que pesó apenas 1,5 kg, y se fue a buscar a su madre para que los ayudara. Del susto que tenía Celia, no pudo acordarse donde tenía la ropa de la bebé así que lo tuvieron que vestir con un chiripá-

Celia dice que no sabía hacer nada, pero su marido le enseñó a coser y cortar telas para hacer ropa para los niños. De ropas grandes hacía ropa más chica y de sábanas viejas hacía pañales. "Todo lo aprovecho, no tiro nada", contó.

Él todavía maneja, a sus 94 años. Ella, unos cuantos años menor, hila la lana de las ovejas que esquilan, para luego tejer buzos y chalecos. Compartieron en Americando cómo trabajan la lana. "Gracias a Dios somos felices", coinciden.


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