Analizamos el escándalo de corrupción en Brasil de la mano del analista internacional Ignacio Bartesaghi.
Un nuevo escándalo de corrupción salpica al sistema política brasileño: esta vez, el escándalo llegó hasta el propio presidente, Michel Temer. El presidente brasileño está acorralado por una filtración de una grabación en la que presuntamente habilita a un empresario a sobornar al encarcelado expresidente de la cámara de diputados Eduardo Cunha.
Abordamos este tema junto a Ignacio Bartesaghi, analista internacional y director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Ucudal.
Quizás que no renuncie un poco de forma tan inmediata favorece a los mercados. La corrupción en Brasil es profunda, ha abarcado a todos los partidos y líderes políticas. Nos enfrentamos nuevamente a una debacle política que va a afectar lo económico.
Para aplicar políticas de largo plazo se necesita estabilidad política y eso es lo que no observamos en la región. Lo que más debería preocuparle a Uruguay es en qué región está y cómo logra tener socios estables para pensar en el largo plazo, y no cada cinco años. El mundo cada vez más observa a los países insertos en regiones y plataformas: ¿en qué región está Uruguay?
Los asiáticos, que son las que están empezando a invertir más, le dan mucha importancia a las instituciones. Y esta corrupción se vincula con varias instituciones clave de desarrollo de Brasil. Esto es malo para Uruguay, porque somos un país pequeño inserto en una región. Lo que más preocupa es que este arrastre de crisis política en Brasil también puede perjudicar a Argentina, y eso es malo también para Uruguay.
La conferencia de Temer fue rara. Nadie dudaba de cierta forma que Temer también estaba salpicado por la corrupción. Quizás estemos frente a otro juicio político a un presidente. Hoy no tenemos un liderazgo regional. ¿Quién lidera la región en un momento que hay que tomar decisiones clave?
