El uso de tobilleras electrónicas en Uruguay: “Tenemos que pensar en otras herramientas que protejan a la víctima”

El MI recibe cada vez más resoluciones judiciales que proponen la tobillera para casos que no son de violencia doméstica.

El Ministerio del Interior  pidió a los jueces que sean más rigurosos cuando  ordenan el uso de tobilleras electrónicas, y recordó que el sistema de monitoreo fue implementado para casos de violencia doméstica extrema. La situación llegó a un extremo en que la cantidad de tobilleras disponibles no alcanza  a cubrir la demanda y habrá que implementar una lista de espera.

Abordamos el tema junto a July Zabaleta, directora de Políticas de Género del Ministerio del Interior.

Nos está pasando de recibir resoluciones judiciales que proponen la tobillera para casos que no son de violencia doméstica o que sus usuarios no se ajustan a las disposiciones, como menores de edad.

Nos ha pasado querer proteger a una víctima, que por ejemplo es una niña, pero que no tiene que ver con violencia doméstica. Entendemos que tiene que ver con la efectividad de las tobilleras, pero una niña no puede hacerse cargo de las disposiciones de la tobillera.

Las tobilleras se utilizan bajo determinadas recomendaciones. También se han dispuesto para personas que no escuchan o no hablan, pero lo que nos preocupa es no poder brindar realmente protección con esta herramienta.

En este momento se están utilizando 300 tobilleras, lo que significa que estamos monitoreando a 600 personas.

La gente en lista de espera va fluctuando. Va dependiendo de la cantidad de desconexiones que haya en el sistema.

Lo que hace la tobillera es frenar e impedir el acercamiento entre las partes. Hay situaciones en las que luego del retiro de la tobillera no hay nuevos episodios, pero sí hay otros en los que las partes reingresan al sistema.

Tenemos que pensar en otro tipo de herramientas que ayuden a proteger efectivamente a la víctima. Una víctima a veces pasa más de un año dentro del programa, teniendo que portar el dispositivo a todas partes. Eso nos tiene que interpelar.

El año pasado tuvimos 70 dispositivos destruidos o extraviados por parte de los ofensores. Y ahí no se está responsabilizando en su responsabilidad al ofensor, porque lo que se hace es darle otro dispositivo sin tener una pena.

Las tobilleras para prisión domiciliaria son otras, son parte de otro sistema.


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