Además, consideran que "no se escuchó a la niña en los momentos que manifestó ser víctima de violencia y de abuso sexual".
La Suprema Corte de Justicia decidió aceptar un recurso de revisión en el caso de la mujer que llegó a Uruguay con su hija de cinco años y que comprobó –según el propio relato de su hija– que la menor era abusada sexualmente por su padre en España. La decisión de la Justicia preveía que la niña de cinco años y su madre, María, debían regresar este jueves a territorio español.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Mides y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) advirtieron a través de un comunicado que no debería cumplirse la orden judicial internacional que ordena a María regresar a España con su hija. En ese país se encuentra el padre de la menor, señalado como agresor de la niña y su madre.
Este caso ha tenido gran repercusión en las redes sociales y hay una campaña (#MaríaNoSeVa) para que la menor permanezca en el país.
Abordamos el tema junto a Andrea Venosa, secretaria letrada del INAU.
Nosotros no tenemos la información formal: la SCJ no nos ha comunicado, pero todavía no tiene por qué hacerlo. Nos ha llegado por parte de la sociedad civil la noticia de que estarían suspendiendo el viaje para revisar el recurso que se presentó por parte de la familia.
No decimos que haya que revisar la sentencia porque el Poder Judicial tiene una autonomía propia y nosotros formamos parte del Ejecutivo. Pero sí lo que queríamos dejar sentado es nuestra preocupación por la falta de valoración y de haber analizado varios de los indicios que surgen del expediente, que estarían develando secuelas y perjuicios provocados por la violencia de género y los indicios que podrían revelar abuso sexual. Ahora hay que analizar el caso y ver qué realmente sucedió.
Las Justicias de España y Uruguay se tienen que ajustar a la convención por los derechos del niño y a los de la mujer. Creemos que no se escuchó a la niña en los momentos que manifestó ser víctima de violencia y de abuso sexual: lo manifestó ella y lo reveló en sus dibujos. Los niños tienen que ser oídos, respetados y tenida en cuenta su opinión en el proceso.
Acá la niña tiene una red mayor de contención que la que tendría en España: tiene a toda su familia y un equipo especializado. Además de que ella tendría que residir en Cataluña, lo que le agrega otro elemento de inseguridad al tema.
Ahora queda a criterio de la Suprema Corte. Desde INAU y desde el Mides vemos la posibilidad de tener otras instancias con la Justicia y tener una actuación formal, que no sea solamente con un comunicado a la opinión pública. Los derechos de la niña iban a ser vulnerados al tener que irse a España.
