En Desayunos Informales hablamos por teléfono con el cocinero del rock, que ya había trabajado para Paul McCartney y Madonna. ¿Qué exigencias tienen los Rolling?, lo detalla Martín Schwedt.
¿Cómo fue la primera experiencia de hacer el catering para los Rolling Stones?
Bien, una experiencia increíble. Mucha adrenalina todo. No solo es la comida para ellos si no que tuvimos que cocinar para 700 personas. Nos mandaron un pedido especial que es un pastel de papas. Parece un pastel de carne como el de nosotros pero tiene sus piques de cómo hay que hacerlo, tiene arvejas y otras cosas, vinieron tres personas a probarlo y zafamos.
¿Cómo se vive esa presión?
Es duro. Estamos acostumbrados a la presión de dar comida pero nunca así tanto como ahora. Habían tenido una mala experiencia y venían con la vara alta. Le agregaron algo que no pedían.
¿Cómo llegás a los Rolling Stones?
Hice los dos Paul McCartney en Uruguay y estuve de gira con Madonna. Me hice muy amigo del dueño de un catering que tiene la concesionaria de esto, lo convocaron y él me convocó a mí.
¿Tu catering incluye la bedida?
Sí, de todo. Hay de todo, vodka, alguna cerveza, lo normal. Lo que pediríamos cualquiera de nosotros.
¿Tuviste contacto personal con ellos?
No, los vimos nada más. La base de esto es el respeto, no hay celulares, no hay nada.
¿Estuviste en el show?
Sí, vayan a verlo porque es único. Arranca y se te quedan los pelos de punta. Verlos ahí arriba, llegar y poder cantar es... uffff. Lo que corren en el escenario, la energía que le meten.
