"No se nos califica a todos y no sabemos por qué", dijo Leonardo Méndez sobre el sistema de asensos en la Justicia

Desde febrero está previsto que el Poder Judicial implemente un nuevo sistema de ascensos y concurso, según una acordada de la Suprema Corte de Justicia de hace unos meses. La decisión es cuestionada por la Asociación de Magistrados, que se declaró en conflicto al entender que no hay garantías para efectuar el cambio. En la declaración, los jueces plantearon que se debe ir hacia una carrera dentro del Poder Judicial que sea “justa y transparente”, pero, en cambio, el sistema a incorporar no tiene en cuenta la antigüedad y es ilógica la forma de evaluación.

El nuevo sistema va a regir a partir de febrero del próximo año y el problema que redita es que si bien da un formato similar a lo que sería un concurso, no están dadas las condiciones de garantía para que todas y todos los jueces puedan participar en igualdad de condiciones.

Lo principal y lo más problemático es que el sistema de calificación sigue teniendo un mismo defecto y es que es parcial, es decir, aproximadamente se va a calificar al 15 o 20% de los jueces en un entorno de 500 aproximadamente y eso se hace de forma secreta, no se sabe quién califica.

A su vez, al calificado no se le da una calificación concreta de cuáles fueron los puntos buenos y malos y al resto, directamente no se le califica. Si usted no está en ese grupo muy mínimo de jueces calificados, no sabe si es bueno, malo o si tiene puntos a mejorar.

No se nos califica a todos y no sabemos por qué, la corporación nos explica que es materialmente imposible calificarnos a todos.

El poder judicial tiene 5.000 funcionarios, nosotros somos el 10%. El resto son todos calificados.

A nosotros se nos plantea que es materialmente imposible.

 

El criterio

El criterio de calificación a los superiores es bueno, muy bueno o excelente.

Se supone (la realidad es que nunca supimos bien y eso muestra la falta de cristalinidad del sistema), se supone que son los mejores y por eso los eligen.

El problema es esa limitante que no tiene una razón de ser. Es un tema de autorresponsabilidad. Nosotros somos muy vocacionales, es una tarea que implica muchas renuncias: desarraigo de familia, ir por todo el país. La realización de uno es saber que está haciendo las cosas bien.

En ese contexto uno dice, me capacité, hice un posgrado y cuando te fijas la lista no está. El asunto es que el trabajador empieza a sentir una sensación de descrédito porque yo pongo todo de mi y no logro tener ese reconocimiento, avance.

El problema es que esto no permite el auto mejoramiento porque no hay una devolución. Eso desmotiva al perfeccionamiento y a la legitimación.

Los asensos solo los logran las personas calificadas.

Por otro lado, las juezas tienen dificultades para amamantar. Estamos planteando que tengan 6 meses de licencia para asegurar que el niño o niña tenga su derecho a la lactancia. Lo planteamos y la corte nos dijo que no era sostenible. Lo planteamos al parlamento y nos dijeron que no era viable.

Se tiene que elaborar una solución que contemple nuestras propuestas. Queremos solucionar esto sin afectar a la sociedad.


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