Consultamos al analista político Marcelo Arequipa para entender la revuelta surgida tras las elecciones presidenciales.
Bolivia entró en la tercera semana de protestas y bloqueo de calles contra el gobierno del presidente Evo Morales. Los incidentes explotaron a partir del momento que el mandatario se autoproclamó ganador en primera vuelta de las elecciones celebradas a fines de octubre. Los manifestantes que en un principio reclamaban una segunda vuelta electoral, ahora directamente exigen la realización de una nueva elección sin la participación del actual mandatario. Consultamos al respecto al analista político boliviano Marcelo Arequipa.
Esto ha chocado con que el presidente estableció que espera informe legal de la OEA, no uno político.
Creo que se ha enfocado demasiado en la idea de la legitimidad y apoyo que recibió Evo Morales en esta década. Ese apoyo popular no ha sido apoyado por una construcción institucional. Todo lo que ha tenido que ver con el nombramiento de jueces y fiscales se ha dicho que no tienen la capacidad técnica suficiente. Justamente vimos eso en las elecciones: las personas a cargo han mostrado capacidad limitada. Tienen que dar respuestas porque generan en la población de que las reglas no han sido competitivas.
La otra cosa se dice que es de una sola clase, privilegiada. Quiero agregar que los centros sociales se han sumado. Se ha consolidado un discurso de derecha.
Motivos políticos
En términos económicos hay una cosa importante. Nos hemos diferenciados porque entre 82 y 85 sufrimos un episodio de hiperinflación. Eso lo hemos aprendido. En Bolivia se maneja bien la caja. Ahora, venimos influenciados por nuestros vecinos y se habla de que los próximos días se va a ralentizar. Eso me lleva a una alerta: hasta ahora en la historia no hemos tenido sectores movilizados por temas políticos. Es paradójico que el Gobierno quiera dar una respuesta legal y técnica a un problema político.
Auditoría de la OEA
Lo de la OEA se estaría ampliando a no solo elecciones sino a otros aspectos. Creo que han previsto un escenario como el de Venezuela cuando perdió Capriles.
