Ante caso de fiebre sospechoso de dengue, MSP recomienda tomar paracetamol

La subsecretaria Cristina Lustemberg habló de cómo se está estudiando el comportamiento del virus y la preocupación por la cercanía de las vacaciones y los posibles viajes a zonas más comprometidas. Además, habló del descenso en la mortalidad infantil.

Recientemente se conoció que el país llegó a un mínimo histórico en la mortalidad infantil. Para tratar este tema y el del dengue, que entró al país en las semanas previas de manera autóctona, Desayunos Informales tuvo como invitada a la subsecretaria de Salud Pública Cristina Lustemberg.

¿Cómo se logró la baja de la mortalidad infantil?

Tiene una historia de los últimos 50 años. Si nosotros vemos en la década del 60 la mortalidad estaba en cifra el 50 por 1.000 y ahora son de 7,4. Es un descenso sostenido. Si nosotros hacemos un conglomerado, una gráfica, la tendencia es decreciente; el descenso mayor fue en la segunda mitad del siglo pasado, y desde el 2004 hasta ahora se redujo a la mitad. El Uruguay viene haciendo un esfuerzo de fortalecer como una política pública hacia una política de Estado lo que es garantizar el cuidado en la primera etapa de la vida, las políticas de primera infancia. No hay mejor inversión para un país que invertir en las personas, y mucho más en un país como el nuestro, en el que solo nacen 48.000 niños, y garantizar oportunidades y equidad desde el principio de la vida.

En la última cadena de radio y televisión el presidente presentó esto como uno de los grandes logros de gestión de gobierno. Siendo que viene descendiendo en un proceso de muchas décadas le pregunto: ¿estos últimos años que se han presentado como un logro es por mantener los niveles tan bajos o bajar del 8 al 7 es casi tan difícil como en otra época lo era bajar más puntos?

Cuando uno va descendiendo la mortalidad infantil a cifras menores de un dígito esto requiere acciones de mayor impacto. El descenso en los primeros años tiene que ver con vacunas, con sueros de rehidratación oral, con condiciones sociales, porque el indicador es duro pero mide las condiciones de bienestar de una sociedad. No tiene que ver solamente un indicador puro de las acciones de salud sino el resto de las políticas públicas. Tiene que ver el empleo, los salarios, el capital socioeducativo de las familias donde crecen y viven esos niños, y si es real que después de ese descenso de menos de un dígito nos tiene y nos desafía a hacer acciones cualitativamente más importantes. Cuando uno analiza la mortalidad infantil tiene dos componentes: el neonatal, que es de qué fallecen las causas y el número en los niños menores de 28 días, y ese componente está vinculado con los cuidados en el embarazo, a la atención del parto y en los primeros días. Tiene dos etapas: la tasa de mortalidad neonatal precoz, los niños que fallecen en los primeros siete días de vida, y después entre los siete y los 28. Está vinculado con cuestiones de la prematurez y malformaciones congénitas.

¿Comparando con la región cómo estamos?

En 2014 ocupábamos el tercer lugar en América Latina. Primero está Cuba, segundo Chile y tercero nosotros. Estuvimos detrás de Costa Rica, no sabemos este año porque todavía no están las cifras compiladas en el resto. Uruguay tiene una historia de fiabilidad de sus datos en estadísticas vitales. Desde el 2007 se fue haciendo el número de identificación, todos los niños que nacen tienen su número de identificación civil; se puso en marcha el certificado de nacido vivo electrónico, que permite en el momento del nacimiento saber las características del embarazo, del parto, otros indicadores desde el punto de vista de salud de esa mamá. El Uruguay viene haciendo un esfuerzo en todas sus políticas públicas y en particular las de salud el realizarse con mucha evidencia científica. En esa etapa de la vida hay que ser muy cuidadoso en las acciones; por eso el componente de la mortalidad neonatal implica el 65% de la mortalidad infantil y esto ha tenido un descenso muy marcado en los últimos años. En el 2004 la mortalidad infantil era el 7,7 y hoy estamos con 4,8.

El de la mortalidad infantil post neonatal, que mide y evalúa las causas en los niños entre 28 días y un año tiene que ver con las condiciones donde vive, con las infecciones respiratorias, y Uruguay tiene todavía las muertes en domicilio, con la implementación de una ley que se hace la autopsia y se evalúa por medio de un forense y un anátomo patólogo las causas por las que fallecen en domicilio o llegan al centro de salud con condiciones de gravedad que condicionan su deceso al llegar. Podemos decir que la mitad de esos niños a que se les hace la autopsia por un equipo del Hospital Pereira Rossell nos preocupa porque hay un 50% de vitabilidad vinculado con infecciones respiratorias agudas bajas -una neumonía, una infección respiratoria no detectada por elementos de mucha vulnerabilidad que tienen las familias donde estos niños fallecieron o la mitad se acercó a un centro de salud y no se diagnosticó la gravedad-.

Eso es importante, ¿no? El lugar donde se puede seguir bajando, donde hay niños para salvar. 

Exactamente. Si bien donde hay mortalidad infantil uno tiene que ser muy cuidadoso porque las tasas son cada mil nacidos vivos y puede haber variaciones de un año a otro; nosotros tuvimos la epidemia de la H1N1, por eso estamos muy preocupados con el dengue. Variabilidades epidemiológicas que pueden hacer que cambie el indicador, por eso hay que ver la tendencia de los últimos años y no un año tras otro, pero todavía tenemos causas de vitabilidad vinculadas con los cuidados y controles durante la etapa del embarazo. Estamos capacitando a todo el personal de salud en la atención del parto, hemos hecho una estrategia con los equipos de neonatólogos, médicos que atienden, pediatras y todos los equipos de salud para mejorar esas condiciones. Y en la etapa de la mortalidad post neonatal, tenemos mucho para trabajar sobre todo con las familias de especial vulnerabilidad, con educación para que las familias detecten cuando tienen una enfermedad en los primeros meses de vida. Estamos trabajando muchísimo. Tiene mucho que ver el programa Uruguay Crece Contigo, que le ha puesto énfasis en las familias con mujeres embarazadas.

Para entrar al tema del dengue: en las últimas horas se supo que hay un nuevo caso autóctono, el primero en Canelones. ¿Qué balance hace el Ministerio?

Estamos haciendo desde la primera detección de un caso en nuestro país el 13 de febrero -ahora llevamos confirmados 24-. Nos desafió, el Uruguay hace mucho tiempo que se viene preparando para un brote epidémico de dengue.

¿Se esperaban más casos?

Uruguay tiene una trayectoria de venir trabajando en la prevención. Es importante, porque estas enfermedades existen porque existe el mosquito. El mosquito existe hace muchos años en el país, en todos los departamentos Uruguay viene haciendo un seguimiento. Si bien predomina en los departamentos del litoral, Montevideo, Canelones y Maldonado, nosotros estamos evaluando y trabajando la educación con la población. Estamos viendo cómo se comporta: es la primera vez que esta enfermedad en años se introduce en el Uruguay. Estamos haciendo un seguimiento, es un mosquito de comportamiento domiciliario, a veces nos cuesta entender eso. Tiene que ver mucho que ustedes nos ayuden a destacar, ahora que se viene Turismo, mucha gente va a viajar, el partido de Recife el domingo 25.

¿Tienen preocupación por eso?

Tenemos, por eso estamos haciendo énfasis en la educación ahora que se viene Semana de Turismo, hacer lo que se llama el descacharrice en cada una de nuestras casas. Este mosquito puede estar en una jabonera a la que no le hacemos la evacuación diariamente, en el platito de una maceta, en la azotea, en un balde, en el recipiente de las mascotas si uno no lo lava y no cepilla el borde. Pone entre 200 y 300 huevos. A su vez estamos muy expectantes con los ciudadanos que viajen al exterior, sobre todo en las zonas endémicas.

Si viajo a Recife, ¿al regresar a Uruguay tengo algún tipo de monitoreo?

Hoy es imposible. Lo que hacemos es una educación, de que se empieza con fiebre alta, una erupción característica, mucho dolor, rápidamente debe consultar. Estas enfermedades tenemos que tener la precaución de que quizá un 60, 70% que cursan sin síntomas estando infectado, entonces la transmisibilidad de encontrar una persona que tenga el virus, lo pique un mosquito y después pique a otro aumenta. Entonces estamos haciendo un especial foco en los ciudadanos que viajen al exterior: usar repelente, ropa cubierta y ante cualquier síntoma al volver hay que consultar rápidamente. Y a los ciudadanos que están en Uruguay a ayudarnos a hacer jornadas porque esta enfermedad existe porque existe el mosquito.

¿Por qué marzo y abril es el peor momento?

Por las condiciones climáticas, cuando la temperatura es mayor de 18, 16 grados, con humedad, por eso no se puede controlar. Es una combinación con la humedad, con las lluvias, y todo lo que hace que crezca rápidamente en lugares donde habitualmente se concentra agua. Otra cosa importante es que si bien estamos esperando que llegue mayo, en realidad el huevo puede quedar en una etapa aquiescente y eclosionar cuando vuelva el calor. Por eso la etapa que puede haber mayor infestación, marzo y abril, cuando llega el invierno Uruguay tiene esa condicionante. Nosotros hasta hace poco éramos junto con Chile y Canadá los tres países de América que no tenían dengue, y tiene que ver mucho las condiciones climáticas. Ahora, cuando viene el dengue generalmente viene para quedarse. No sabemos cómo se va a comportar.

Es una enfermedad que generalmente tiene un curso benigno; hay que tener más precaución en los niños menores de dos años, en las mujeres embarazadas, en los pacientes adultos, mayores o que tienen enfermedades de base. Entonces puede desbordar los sistemas de salud. Por eso estamos con el ministro manteniendo reuniones diarias, adecuando protocolos de atención. Viendo la medicación adecuada, porque también me interesa la ciudadanía sepa que si bien el personal de salud lo estamos entrenando y actualizando los protocolos desde 2013, ante un caso de fiebre sospechoso se debe tomar como analgésico un paracetamol y no otros como el ibuprofeno. Porque son medicamentos que pueden favorecer sangrados, y estos virus pueden tener esa presentación. Mucho líquido, cama, estar muy atento a los síntomas de alarma y sobre todo el componente de educación muy grande.


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