Aprobación sobre el presidente: bajó 4 puntos y se ubica en un 60 %

La directora de Cifra habló sobre la evaluación de la gestión de Luis Lacalle Pou, si la aprobación varía en función de los partidos políticos y la opinión de la población según su voto en 2019. También comentó sobre la evaluación de los uruguayos sobre el manejo de la pandemia.

Evaluación

Es una encuesta que acabamos de terminarla hace pocos días cuando estaba en su picos de alza de contagios y muertes. En forma general, el 60 %, 6 de 10 aprueba la gestión, 28 % desaprueba y 12 % no aprueba ni desaprueba.

El nivel de aprobación que estaba en 64 % baja 4 puntos en febrero y fue cuando los casos se despegan a fines de febrero y principios de marzo. Por otro lado, un aumento de 3 puntos de la desaprobación. A pesar de que crece la desaprobación y casi un cuarto de los uruguayos que desaprueba, el número de aprobación es un nivel  considerablemente alto en Uruguay.

Está exactamente igual cuando asumió. Tuvo su pico en julio fue cuando se abre el país después del parate que tuvimos donde hubo un optimismo fuerte , pero eso fue bajando siempre acompañado de los efectos que ha tenido la crisis en un sentido amplio.

Aclaración: datos de febrero y abril son de 2021.

La camiseta política determina muchísimas opiniones y en la gestión de un presidente es razonable. Los más satisfechos con esta gestión son los más propios, aquellos que votaron al Partido Nacional en la última elección, 9 de 10, el 91 % aprueba la gestión, un poquito menos que  el pico en julio. También los votantes prestados aprueban en gran medida la gestión del presidente, un 82 % un poco más baja de lo que fue en julio que era 90 %. En el otro extremo los votantes de la oposición del Frente Amplio, el 24 % hoy desaprueba la gestión y baja con respecto a julio que era un 33 %. Hoy es solo un cuarto de los votantes del frente que aprueba la gestión del presidente.

Gestión de la pandemia

Es muy bueno. Se ve un amplio apoyo de la gestión de la pandemia. 67 % aprueba, de los cuales hay un 28 % que está haciéndolo muy bien y un 39 % bien. Por otro lado tenemos un 28 % de los uruguayos de que el gobierno no está gestionando bien la pandemia. Acá lo que vemos es por partido.

Hay que recordar lo que ha sido la evolución, una aprobación que ha sido alta ha venido bajando. Lo que ha pasado es que si sumábamos esos bien y muy bien en febrero, eran 77 % y hoy es 67 % con lo cual es muy positivo pero con una tendencia a un aumento de los casos.

Un 28 % desaprueba esta gestión y en noviembre del año pasado era 14 %, es decir, se duplicó con respecto a noviembre. Estamos mirando un cuarto que no es menor, pero recordemos que hay un 67 % que ve con buenos ojos lo que se está haciendo.

 

Con una particularidad, los votantes propios están muy satisfechos con la gestión de la pandemia. 94 % de los blancos y 89 % de los votantes que restaron el resto de la coalición. Entre los votantes del Frente Amplio solo el 35 % aprueba, hace un poco menos de un año, en julio el 63 % de los votantes del FA aprobaba. El año pasado aún los votantes de la oposición consideraban en su gran mayoría que el presidente lo estaba haciendo bien con respecto a la pandemia.

Hoy la oposición ya no es favorable y solo un tercio de los votantes del Frente Amplio ve como buena la gestión de la pandemia. El grueso de los reclamos de esta gestión viene de los votantes del Frente Amplio que tienen su peso número ya que es un partido numeroso.

Opinión pública

El núcleo duro está estable. Lo que empieza a pasar es que la alineación política comienza a pesar más en este aspecto. Antes los uruguayos estaban más unidos por causa nacional y eso genera un mayor respaldo, hoy ya no. El presidente sigue contando con un gran apoyo de la población con respecto a cómo está llevando la gestión a la pandemia.

Coalición

Se mantiene firme el apoyo entre todos los votantes. Eso explica el porqué de determinadas actitudes o líneas estratégicas que son apoyadas por la población.

Lo que pasa es que la comunicación permanente y flujo de información tampoco es tan positivo para los dos lados. Es un desgaste para el gobierno y también para la población. En un momento que las conferencias del año eran permanentes la gente ya no prestaba atención porque no podíamos estar en vilo y angustiados por el tema y en eso el gobierno ha sido conciente de eso y ha bajado el flujo. Para estar comunicados permanentemente hay que tener cosas para comunicar. Algunas de las comunicaciones de este año pecaron de ser innecesarias porque si uno no tiene cosas concretas para decir relevantes a la población es preferible hacer como hacen ahora que es simplemente pasar la información de los casos, pero no podemos estar todo el tiempo exponiendo.


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