Armando Castaingdebat: "No podemos politizar la asistencia alimenticia"

El subsecretario del MIDES conversó sobre el análisis de las medidas del gobierno y el apoyo a ollas populares durante la pandemia. "Detrás de muchas ollas populares hay intereses políticos", agregó. También habló sobre el control de registros personales en las ollas y expresó que "cuando empezamos a controlar bajó el número de gente que va a las ollas".

MIDES

Hay que ver la película entera y nos falta una parte que es el final. No sabemos cuánto dura esto. Nuestro ministerio cuando toma decisiones si le erra, perjudica a personas, no le erra en números ni en kilómetros de carretera, sino que tiene que ser muy cuidadoso. Esto ha sido paulatino y se han tomado medidas. Tal es así que ayer se habló de medidas de dos meses otras de hasta tres meses aun cuando nosotros estamos convencidos de que va ser más largo el proceso de asistencia en temas alimenticios que en temas sanitarios. En el sanitario con la vacunas hay cálculos y previsiones, pero no sabemos cómo va quedar el país. Cuánto va demorar la reactivación que va pasar con esa cantidad de miles de uruguayos que antes de la pandemia estaban en el ‘no hagan olas’ que bastaron unos pocos días de la pandemia para que cayeran para que muchos de ellos estuvieran en situación de calle y que precisaran presencia del Estado en temas alimenticios y por eso es que las medidas son cortoplacistas aun sabiendo de temas largos.

Las ollas populares no puede ser un fin en sí mismo, sino que tiene que ser uno de las tantas herramientas con las que cuenta el país para ayudar. lo otro que hay que tener claro es que Uruguay no se termina en el peaje de Santa Lucía o corte de Pando. Nosotros tenemos 18 dispositivos diferentes en modalidades diferentes a la de Montevideo y trabajando codo a codo con los demás gobiernos departamentales y que sea un gobierno solo.

Plan nacional de atención a la gente en situación de calle y no solo a personas que pasan en Montevideo.

Uruguay adelante

Uruguay tiene características muy diferentes y realidades muy diferentes. Priorizamos la fuerza de los gobiernos departamentales. El primero con el que firmamos un acuerdo con el tema alimentario fue Canelones y el segundo fue Salto. Entendemos que el ministerio no es quien a ir a decir al interior qué es lo que hay que hacer, sino adaptamos el ministerio a las necesidades. No tenemos el fenómeno de ollas populares en todos los departamentos, pero en la mayoría sí.

En el interior el acuerdo no es solo por las ollas, sino que es uno de los tantas herramientas. Uruguay tiene un fortaleza en el Estado que existen los comedores y un convenio entre los gobiernos departamentales con el gobierno nacional. En Montevideo el Frente Amplio desarmó la red de comedores que nosotros queremos volver.

Si Montevideo quiere sumarse a esto bienvenido. La realidad en cada departamento hay lugares donde ponen más cosas los gobiernos departamentales que el Ministerio de Desarrollo Social. Lo que si hacemos es articular algo que no existía en el país. En el interior lo vivimos mucho y como experiencia como intendente siempre  el Ministerio de Desarrollo Social siempre fue como una competencia con los gobiernos departamentales. Hoy estamos llegando a que el Estado sea uno solo. Hemos juntado oficinas para que la gente no tenga que andar recorriendo diferentes ventanillas. Es un cambio hasta cultural diría en la forma de atender a la gente. En cuanto a las ollas populares hay modelos bien definidos. Uno lo que es Montevideo. Y en el interior la verdad que viene funcionando muy bien y funcionando bien desde el año pasado y hay que agradecer al Ministerio de Defensa por el apoyo que ha dado. Ahí la verdadera interinstitucionalidad del Estado da respuesta a la necesidad de la gente.

La coordinadora de ollas populares es una voz entre tantas. De la realidad del interior no me va enseñar ni me va decir a mi las necesidades que hay en el interior y mucho más en un dispositivo que ha quedado claro en los últimos días donde se ha intentado introducir un componente político. Como Estado tenemos que tener mucho cuidado de no politizar lo que es la asistencia alimenticia.

Podemos discutir y llevar ejemplos, donde se usa ollas populares para juntar firmas en contra de la LUC me parece que es una definición política. El de politizar las ollas populares no es invento de ahora. Nadie va comer porque quiere a una olla popular. Tiene que ser un instrumento y no un fin en sí mismo. es un instrumento de solidaridad social. No pretendemos un dispositivo permanente en el tiempo de satisfacer necesidades de la población en base a ollas populares. Necesariamente tenemos que tener el registro de la gente que va porque el Estado no es el único instrumento que tiene y como los recursos nunca sobran tenemos que tener cuidado de que realmente se esté asistiendo gente que no se le esté asistiendo por otro lado. Esto en el interior esto está funcionando muy bien. El control social primero y la condena social posterior hace que estos instrumentos funcionen mucho mejor en todo el interior que en las grandes ciudades.

Detrás de muchas organizaciones de ollas populares  hay fines políticos, eso nadie lo puede negar, pero no de ahora. Estado somos el gobierno y hay que tener cuidado de cómo asistimos a la gente y cómo le rendimos cuentas. Nuestra asistencia de ollas populares no es vayan al galpón y levanten lo que necesiten hay todo un protocolo elaborado a través del INDA. Comenzamos en noviembre a asistir a las ollas populares y no pudimos asistir con alimentos perecederos ya que la mayoría de ollas populares no podían garantizar una cadena de frío. Como Estados tenemos que tener resguardo de que la gente que va, tenerla en nuestra base de datos de nuestro ministerio porque dentro del ministerio hay un montón de instrumentos que se está usando en estos momentos y sería injustos que no se usara ninguno de los instrumentos.

Registro personal en ollas populares

Desde que comenzamos con este registro automáticamente comenzaron disminuir las ollas populares. Un ejemplo, en Salto durante todo el año pasado por las noches 9.500 salteños comían en ollas populares, es verdad que Salto tiene características especiales por la zafralidad de los trabajos por la importancia del turismo y lo que es el tema cítrico y cuando comenzamos los controles rápidamente comenzaron a disminuir los números de gente en las ollas populares. Este es un gran desafío que tiene nuestro ministerio que es tratar de ser justos. Si nos equivocamos preferimos equivocarnos dando de más y no de menos. El compromiso que tenemos es dar lo justo. Cuando se comienza hacer los dispositivos en el interior con total colaboración de los gobiernos departamentales los números disminuyen.

Las ollas son un muy buen instrumento solidario que han sacado del pozo a este país muchísimas veces, y nuevamente están dando resultados. Usémoslo de la mejor forma y como una fortaleza del Uruguay.

En el interior con los intendentes la ventaja que es que los problemas y soluciones son con nombre y apellido. No son números. Por eso le debemos dar la derecha en el interior a que los gobiernos departamentales definan ellos a cuáles ollas populares y de qué forma la quieren asistir y no nosotros desde Montevideo encerrados desde un escritorio sin conocer la realidad local y departamental.

Fines políticos en ollas populares

Como actores políticos tenemos la responsabilidad de darnos cuentas de que no es momento de hacer política y hay otras formas de hacerla y no estar jugando con las necesidades de la gente.

No usaría la palabra hambre porque enseguida entraríamos en una discusión política, si en gran parte de la población tiene necesidades alimentarias y debemos hacerla con mucha responsabilidad. En el interior viene funcionando muy bien coordinado con los intendentes. Montevideo tiene el desafío ya que no es sencillo por su dimensión y por temas políticos. Sería un buen momento de hablar sobre la gente en situación de calle. El sistema político podría dar señales claras ante estas circunstancias.

Jornales solidarios

Es un programa que tiene 13 años creado por Ley son un gran defensor personal del programa de Uruguay Trabaja y que hay que modificarle en base a las experiencias que han arrojado durante estos años. A nivel de parlamento con apoyos de los partidos políticos modificar la ley original. Lo de jornales solidario sale de una experiencia de la intendencia de Maldonado que considera una instancia muy positiva. La población MIDES que tiene cierta características para participar ese programa. Flexibilizar la ley para hacer el programa más amplio, que no es solo laboral, sino que es también social y salud. Se puede focalizar. El año récord que había sido en el 2019 se habían anotado para 65 mil uruguayos y quedaron 35 mil que cumplieron con estos requisitos. Para esta edición se anotaron 95 mil y quedaron 65 mil con algunas características que nos hacen ver la realidad de forma preocupante que cerca del 60 % de los 65 mil son mujeres y más de la mitad son menores de 30 años, ahí hay una línea de trabajo no solo para el Ministerio de Desarrollo Social sino que también para el Estado.

Es bueno que el Estado esté viendo esta posibilidad y me pareció muy bajo llevar a esta discusión como lo hicieron algunos actores políticos. Debemos ver cómo colaboramos con los miles de uruguayos que necesitan apoyo del Estado y del gobierno departamental.

 


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