"La tarea del juez en esta etapa de acuerdos implica que contribuya y que tenga un papel activo".
Desde noviembre de 2017, cuando comenzó a regir el nuevo Código del Proceso Penal, los fiscales –quienes a partir de entonces lideran las investigaciones y son quienes acusan en juicios– tienen a su disposición dos figuras jurídicas a las que han recurrido con frecuencia – el 97 % de los casos– para resolver los conflictos: la suspensión condicional del proceso y acuerdos abreviados.
Desde la Asociación de Magistrados se indica que los jueces están disconformes con las penas que muchos fiscales han acordado con los delincuentes en los últimos meses y proponen cambios para que puedan tener voz en esos pactos, algo que la ley actual no permite.
Abordamos el tema junto a Alberto Reyes, presidente de la Asociación de Magistrados.
En un contexto de evaluación de la aplicación del código, no buscamos comparar con lo anterior porque este llegó para quedarse, pero sí señalamos algunas condiciones que se dan en procesos abreviados o suspensiones de los procesos.
Queremos que los acuerdos tengan un sentido y se utilicen para que contribuyan a la reinserción del imputado.
Nosotros no planteamos ninguna modificación actualmente. Pero consideramos que la figura del querellante tendría que aparecer en algún momento.
Planteamos que el juez no sea un mero homologador ni esté pintado. La tarea del juez en esta etapa de acuerdos implica que contribuya y que tenga un papel activo.
