Ceres y sus propuestas para mejorar la competitividad del Uruguay: "Somos caros, entonces tenemos que ofrecer algo de alta calidad"

El economista Ignacio Munyo, director de Ceres, enfatizó en que se tienen que bajar los costos de producción y regulación para atraer inversión privada. Indicó además que se deberá gastar más para ayudar a los más vulnerables.

La pandemia por el coronavirus agravó la situación de la economía uruguaya, provocó un aumento en el desempleo y también obligó a que el gobierno gastara más recursos de lo que había previsto para atender la emergencia sanitaria. El Centro de Estudios de la Realidad Social (Ceres) divulgó la semana pasada un documento en el que se pregunta cómo puede mejorar la competitividad Uruguay, señala “dónde se juega el partido” y menciona varias reformas importantes que deben ser encaradas en este período de gobierno de Luis Lacalle Pou.

Antes de tirar sobre la mesa las reformas, simplemente entender el contexto: Uruguay está caro. Se puede medir por todos los indicadores. Estamos por lo menos un 15 % más caros, sin comparar con Argentina y Brasil. Se han dado una serie de factores que han generado fundamentos para que el Uruguay esté más caro, como el mayor ingreso de la gente, que presiona los precios, el aumento del gasto público, que a través de los canales  de la economía termina generando un encarecimiento relativo y una ganancia de productividad que se dio entre 2004 y 2012 que fomentó un encarecimiento.

Después hay factores históricos del Uruguay como la baja competencia de sectores como en los combustibles y de una economía no está tan abierta al mundo como otros países, a la importación.

Pasando raya: el Gobierno asume una economía cara y hubo una devaluación al principio del año. Ha quedo planchado el dólar ahora. El BCU estableció sus proyecciones con niveles similares de competitividad y encarecimiento relativo del país. Seguiremos estando caros.

Competitividad

¿Cómo se puede hacer para lograr mejor competitividad?

Se necesita inversión y cuando uno está caro es más difícil porque la rentabilidad para el inversor disminuye. Lo estamos viendo: la inversión está en la obra de celulosa. Es poco rentable en la mayoría de los sectores. Hay sectores como la marihuana medicinal que está creciendo, inversores nos preguntan. Los grandes rubros tiene costos elevados y la rentabilidad se comprime. Nadie invierte en un país para perder plata.

Pesan las dos cosas: nadie invierte solo por seguridad. Cuando uno compara la situación del Uruguay con Argentina y Brasil, somos un oasis en una zona plagada de movilizaciones y muertes en las calles. Cuidémoslo mucho y toquemos madera. En eso ha sido el distinto de la región.

No alcanzan las garantías institucionales porque los números no cierran.

La apuesta de Uruguay es a la calidad. Somos caros, entonces tenemos que ofrecer algo de alta calidad. La solidez institucional es parte de la calidad. Tenemos un sobreprecio a nivel internacional que es relevante. Tenemos que equivaler la calidad al sobre precio que tenemos.

Costos asociados a la energía no cambiará la calidad. Como para el transporte. La regulación laboral, no el costo salarial que es importante para mantener en el nivel de salarios. Hay muchos costoso de inseguridad jurídica: no está claro el pago por incentivos, por ejemplo. Todo eso genera grises que se traduce en costos de asesoría legal.

Una cosa es la precarización y otra adaptarse a las necesidades. Los empresarios uruguayos ven la regulación laboral como muy rígida, pero cuando la miran desde afuera, está a mitad de tabla. Cuidado con confundir protección con herrumbre. Las protecciones de los trabajadores tienen 30 años. ¡No tiene sentido! Hay que tener claro que el mundo avanza y no mira en qué casillerito está cada país.

Inserción internacional

Hay un tema histórico que es la inserción internacional. Se habla pero no se avanza. Se habló hace años de tener un acuerdo Mercosur-UE y está liquidado. Uruguay necesita retomar su agenda. Lamentablemente no se termina de avanzar. Importar en mejores condiciones reduce costos para producir y consumir en Uruguay. Lo dice la evidencia: los países que reducen las tarifas de importación tienen un mejor nivel de desarrollo. Hay que hacerlo muy bien.

Hoy Uruguay está ante un Mercosur diferente, que es disfuncional, que ni siquiera tiene interacción entre sus líderes principales. Ahí hay una oportunidad para avanzar sin pedir permiso, después bilateralmente con un acuerdo, porque la regulación existe y Uruguay no puede escapar del inciso 32/2000 que obliga a un país que quiera hacer un acuerdo comercial por fuera del Mercosur a pedir un permiso especial como en el caso del TLC con México. Está perforada, pero el tema es que hay que ponerle el cascabel al gato: está en todos los programas de los partidos de la coalición.

Es hora de poner el pie en el acelerador y avanzar porque hay mucha ganancia de competitividad.

Hay otro frente que es insólito, que es el sobrecosto de la regulación. Por ejemplo, los procedimientos para exportar. Si uno quiere sacar un conteiner de Montevideo, son ocho veces más que en países avanzados. Hay sobrerregulación del procedimiento fronterizo para sacar la mercadería del país y hay costos operativos en el puerto de Montevideo elevados. Es una combinación de regulaciones públicas y manejo del puerto que lo hacen muy caro y genera un sobrecosto.

Argentinos a Uruguay

Hay muchísimo interés de los argentinos en Uruguay que se ha acelerado por la situación lamentable que viven. Muchos vienen y están instalados en Uruguay pero trabajan para afuera. Han comprado residencias pero no se ha dado el paso siguiente, que es producir en el país y contratar trabajadores.

Tarifas públicas

No todo es crítica. Hay avances importantes como en materia de combustibles. Ursea está fijando el precio de paridad de combustibles, que eso generaría una baja. Es complicado calcular el precio de paridad de combustibles: hay como 15 pasos intermedios para calcularlo. Nuestra opinión es una decisión del Ejecutivo de bajar tarifas y que se arregle para converger para no pagar más esas tarifas.

La clave es cambiar el foco: no generar una tarifa para que Ancap ayude al fisco con la recaudación.

Presupuesto

Hay que entender el foco: el presupuesto que está en la mesa, asume un crecimiento importante de la economía entre 2021 y 2024 en base a la inversión privada. Uruguay tiene que hacer acciones en conjunto para que vuelva la inversión y el crecimiento. Si no pasa eso, no cierran los números.

El supuesto es el optimismo necesario para poder pagar un gasto que sigue siendo alto. Cuando uno pasa raya, el gasto en términos reales sigue siendo el mismo.

Lo que nos puede llevar a malos resultados es que no vengan las inversiones.

Nuestro análisis del tema UPM es: miren todo lo que le tuvimos que dar para que se concrete. ¿Por qué será? Porque en condiciones normales Uruguay está muy poco atractivo para la inversión. Los costos se hicieron muy altos y los números no cierran.

Informe de pobreza

Lo ampliamos y actualizamos con un análisis de las perspectivas laborales de las personas en zona de pobreza. Analizando a fondo esta cantidad e personas, que es mucha, consideramos que no va a ser suficiente y habrá que gastar más en transferencias dada la necesidad latente. Es una responsabilidad histórica del Uruguay que no ha generado un sistema de formación que forme a los más vulnerables para insertarse en el mercado. ¿Quién se hará cargo de eso?

En la financiación hay que meterse en los micronúmeros del Presupuesto. Hay opciones como reasignar recursos o contraer deuda a tasas a niveles mínimos históricos de interés.

Nuestra preocupación es la realidad. Eso existe, son nuestras preocupaciones. El mundo ha cambiado y está muy difícil, por lo que creemos que va a haber que ayudar más a los más pobres.


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