Chediak: "Tenemos que hacer una segunda reforma urgente del Código del Proceso Penal; y si son necesarias, una tercera y una cuarta"

"El nuevo código es benigno con los delincuentes y le dio demasiadas facultades a los fiscales", apuntó.

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, fue consultado en las últimas horas por la incidencia del nuevo Código del Proceso Penal sobre el aumento de delitos y dijo que "de no ser por su aprobación en noviembre de 2017, hoy tendríamos una baja de las rapiñas superior al 20%". Si bien reconoció que "la ley del nuevo CPP era imprescindible" y que se le introdujeron cambios que mejoraron la situación, insistió en que "hay que seguir modificándolo". En declaraciones al programa En Perspectiva dijo: "Que quede en libertad el que cometió homicidio o rapiña grave... algo anda mal. La política de seguridad es global y no depende solo del Ministerio del Interior", señaló Bonomi.

Abordamos el tema junto a Jorge Chediak, ministro de la Suprema Corte de Justicia.

Era muy arriesgado decir que una baja de delitos en dos meses realmente implicaba una reversa después de 30 años. Tal vez era simplemente la línea quebrada de ascenso. Puede haber un año 19.000 rapiñas, pero al siguiente haber 21.000.

Las líneas de aumento de los delitos y de los delitos violentos vienen aumentando desde la dictadura. Hoy tenemos arriba de 21.000 rapiñas.

No podemos, como hacía Harry Potter, pensar que hemos descubierto la piedra filosofal que nos diga por qué hubo una pretendida reversión del ascenso de los delitos y decir que este código es el culpable de todas las dificultades en materia de seguridad.

El nuevo código es benigno con los delincuentes, y lo reconozco. Pedimos disculpas por anticipado por las complicaciones. En su momento, desde la comisión redactora original aconsejábamos la prudencia e ir hacia una implementación progresiva regional. Por primera vez, el sistema político decidió ir hacia lo más riesgoso, lo más rápido, y cubrir todo el país desde el mismo día. Así nos privamos de ir haciendo ajustes.

Todos los partidos políticos asumieron el riesgo de la implementación en todo el país y en simultáneo del nuevo Código del Proceso Penal.

En 2018 ya se hizo una primera reforma. La reforma se hizo y no podemos ponernos a criticar con el diario del lunes. Había que tener la enseñanza de la realidad. Había que poner el código a funcionar en la realidad uruguaya, con los operadores uruguayos, y ver cómo funcionaba. A través de los pocos artículos que refieren a los procesos abreviados, si tomamos en cuenta todos los procesos abreviados, salen más de 90 % de los casos, y eso no estaba previsto.

Tenemos que hacer una segunda reforma urgente para ir corrigiendo los efectos de la implementación que surgieron. Y si es necesaria una tercera y una cuarta, hacerlas. No había forma de prever estos errores, necesitábamos la realidad. Hubo errores, se les dieron demasiadas facultades a los fiscales.


Las Más Vistas