Mirza explicó cuáles fueron los motivos que lo llevaron a renunciar a ser el nexo entre el gobierno y el refugiado de Guantánamo, Jihad Diyab.
Durante un año y medio, Christian Mirza fue el nexo entre el gobierno y todos los refugiados que llegaron de Guantánamo. Pero el martes decidió finalizar su relación con Jihad Diyab, el sirio que se encuentra haciendo huelga de hambre y al que más le ha costado reinsertarse en la sociedad uruguaya.
El motivo principal por el que Mirza dejó ese rol es que siente que no puede dar más y que está en un punto límite. Al que hacía de nexo le molestó mucho que Diyab no quisiera dejar la huelga de hambre después de que él le consiguiera las cuatro cartas que había pedido. "Tuvimos un intercambio muy vehemente", contó.
Respecto al estado del refugiado sirio, dijo que está muy delicado y que cuando le suministran suero recupera energías. "No puedo evaluar su condición física ni psicológica, pero puedo advertir algunas dificultades", agregó.
Señaló que no existen los documentos que señala Diyab y que si los hubiera serían acuerdos de palabra entre los presidentes de Uruguay y Estados Unidos.
Por último expresó que Jihad "es una víctima" y es la prueba plausible de que la cárcel de Guantánamo es de las más oprobiosas del mundo.
