El presidente de ASSE explicó que la ley no contó con presupuestación, dijo que se está preparado para la temporada turística y delineó un plan para ampliar la cobertura en salud mental.
Ayer martes se cumplieron siete meses desde la llegada de la pandemia del Coronavirus a nuestro país, y el fin de semana se pasó la barrera de los 300 casos activos, cosa que no había ocurrido hasta el momento. Desde el Gobierno se sigue con mucha atención los brotes que se registran en Rivera con la llegada de brasileños desde la frontera con Livramento.
Estamos en una situación con una movilidad distinta, con una vuelta a la presencialidad en las instituciones médicas. Como dice el presidente. Para adelante, todo lo posible, para atrás todo lo necesario. Es esta normalidad que nos tendremos que acostumbrar este año y parte del que viene, hasta que llegue la vacuna. Está en fase 3, así que nos vacunaríamos a mediados de 2021.
Fiestas
Lo de las fiestas es un disparate. Hay que separar: las fiestas que hacen un protocolo y están sufriendo estas situaciones. Están las desorganizadas, en que no sabes quién está y no va a decir si concurrió porque es ilegal. La gente se tiene que concientizar.
Fiestas formales
De eso se encarga el MSP, que trabajan con el GACH y hay que destacar el profesionalismo con el que hacen las medidas.
Apertura de fronteras
Lo miro desde el punto de vista de la salud, tengo la visión más sesgada que el Ejecutivo. Me preocupa muchísimo la situación de Brasil, que testean con serológicos, no PCR. Una cosa muy buena es lo que trabajan en el Pasteur, con técnicas de PCR con laboratorios portátiles baratos.
Si pienso que una persona vendrá a un balneario a hacer cuarentena por cinco días, es difícil.
Nos tenemos que preparar a ver si tendremos un aumento de casos en esa época. Me preocupa y me tengo que preparar. Estamos preparados. Uruguay por suerte sanitariamente es sólido.
Mejores recuperaciones
No lo he notado. En ASSE tuvimos seis fallecidos y 90 y largo de internados. Tuvimos un total de 450 casos. Que, si va en proporción con la gente que estudió en ASSE, hemos tenido buenos números.
Efectos secundarios del covid-19
No los sé, lo que puede pasar es que los pacientes que están mucho tiempo en terapia intensiva, tienen problemas por usar el respirador. Pensar que esto es una gripecita denota una ignorancia científica.
Capacidad médica
Ya nos aumentaron a 72.000 afiliados. Tenemos tranquilidad de la capacidad de atenderlos. Los impactos al sistema son complicados. Por suerte tenemos un buen número de camas y cantidad de profesionales. Hay un número importante a cuidar.
Efecto de la vacuna BCG
Me falta información en eso. Puedo decir objetivamente que muchos países en el mundo la tienen obligatoria. Vi buenas tasas de cobertura y no explicaban el número de casos. En la salud todo puede ser y hay que demostrarlo.
Uruguay tiene un comportamiento muy particular en las pandemias. Recordemos el dengue. Cuando hubo cólera, Uruguay no entró. Los medios de comunicación uruguayos son buenos transmitiendo. Uno de los problemas en Rivera es que la gente mira Globo y no las noticias de acá.
Salud mental
Bastante golpeado fui por eso y me sigo manteniendo en ese punto. ASSE atiende a casi la mitad de la población. Hay una cosa que se llama determinantes de la salud: dicen si tenemos genética mala, el medio ambiente, el estilo de vida y la accesibilidad a la atención de salud, que ahí entran los sistemas de salud. Un paciente de ASSE en área metropolitana tiene cinco meses para psiquiatra. Me pasó de ver casos de pacientes que fueron a emergencia y estuvo 30 horas esperando si había psiquiatra, que no había y se lo terminó trasladando al interior a la semana. ¡Un paciente que tuvo ideas de autoeliminación!
La depresión es una patología que si uno no lo trata, puede llevar al suicidio. Hoy en día en área metropolitana estamos con 7.000 casos de atraso para la consulta psiquiátrica. En Artigas no tenemos psiquiatras porque ASSE paga la mitad que en el medio privado a un psiquiatra y lo hacemos trabajar en las peores condiciones.
Recursos
Lo estamos manejando en el Presupuesto. Lo que planteamos es aplicar la Ley de Salud Mental hecha en 2018, que no se presupuestó. Tenemos 316 cargos de psiquiatría, que implican 4.800 horas. Cada cargo da un promedio de 15 horas semanales de consulta. El primer punto es duplicar los horarios de psiquiatría. Eso implica $375 millones para poder trabajar.
Estamos trabajando para generar equipos. Tenemos que pensar que el psiquiatra de ASSE es el que atiende a la población más dura, de menos recursos y contención.
El segundo punto es la internación: hay 350 camas en el Vilardebó. Se ocupan 290, de los cuales tenés 100 judiciales que están en pabellones comunes. Le damos el alta y va a un hospital. Tenemos un paciente judicial, psiquiátrico y adicto, que se junta. Tengo 100 judiciales y 150 agudos.
Lo que haremos primero es la desmanicomización. En la ley tenemos una primera etapa que es comenzar la obra de 70 camas nuevas en el Pasteur. Una segunda etapa, el Hospital Vilardebó, transformarlo en el Hospital Judicial, que Uruguay no tiene, para que tenga hasta 140 camas.
Una tercera etapa será en el Hospital Saint Bois, que tendría 70 camas más y diez camas en el Hospital de Canelones. De esa manera llegamos a las 150 camas.
Casas asistidas
Los pacientes tienen un promedio de dos o tres meses y se vuelven a internar. El paciente sale y de repente tiene un medio de contención poco sólido. Es un ciclo que no corre. Por eso están las casas de medio camino, que los ayudan a tomar la medicación, manejo de dinero, donde los van preparando. Lo último son las casas asistidas, que estarán en contacto con el Mides para pacientes que no pueden estar por su cuenta.
Esto de que somos los culpables es una autocrítica: porque si va mal, soy el culpable.
Las cosas hay que medirlas. Si no lo hago, no mejoro. Lo que creo importante es que detrás de esto haya una política de Estado. Es un proceso que hay que continuarlo.
