"Este tipo de acciones contra los policías vienen desde hace bastante tiempo, pero ahora recrudeció y cambió la modalidad".
En lo que va del año ya son 12 los casos en que policías fueron rapiñados por delincuentes. Uno de ellos derivó en el asesinato de un efectivo, mientras que otro agente aún se encuentra internado en el Hospital Policial tras recibir un disparo en la cabeza. Es un tema que tiene preocupado al cuerpo policial en su conjunto, entre ellos, al Círculo Policial del Uruguay.
Abordamos el tema junto a Wilfredo Rojas, presidente del Círculo Policial del Uruguay.
Estamos al tanto de las distintas versiones que manejan sobre lo que sucede, pero no compartimos totalmente lo que se dice. En el Círculo Policial recibimos muchas inquietudes por parte de oficiales, hay honda preocupación. Nos preocupa la respuesta que se deba dar a esta situación que realmente nos está afectando porque está costando vidas y no sabemos cuándo va a terminar.
Si son delincuentes comunes, si es para el narcotráfico u otra finalidad, hay que buscar ser precisos. Creo que es una versión un poco tomada a la ligera. Habrá algún indicio, pero, por ahora, solo hemos escuchado versiones.
Podemos manejar muchas hipótesis, pero no sé si tenemos hechos concretos que digan que se vendieron armas en Brasil o en otra parte. En Uruguay se han hecho allanamientos, pero no creo que todos correspondan a esa hipótesis.
Este tipo de acciones contra los policías vienen desde hace bastante tiempo, pero ahora recrudeció y cambió la modalidad. Antes había ataques a policías en procedimientos, ahora los atacan directamente cuando se están desplazando desde o hacia sus domicilios. Eso nos debe hacer pensar en algo diferente.
Las autoridades policiales deben dar las respuestas concretas a este tema. No vemos algo que sea contundente. Hay que analizar cuáles son los motivos de estos ataques. Los policías tienen que poder trabajar e ir a sus casas.
Queremos que haya más contundencia en la investigación y no que solo se hagan suposiciones.
No digo que el policía sienta miedo, porque sabe que tiene que enfrentarse al peligro, lo acepta y está dispuesto a dar la vida, pero no por eso vamos a dejar que los maten en la calle.
Los policías están preocupados porque saben que si van uniformados están regalados. Antes de usar el arma, el policía tiene que dar la voz de alto. Ese tiempo que se pierde en dar la voz de alta a veces significa perder la vida.
