"Anoche hubo una saturación de policías en la zona y eso permitió que no hubiera agresiones", explicaron desde la empresa.
La empresa de transporte Copsa tomó la decisión de modificar el recorrido de sus unidades por ruta Interbalnearia cada vez que sean agredidas. La medida fue adoptada debido a que varios ómnibus de la empresa sufren pedreas cada vez que pasan por el mismo tramo de la ruta: a la altura del Pinar, en el kilómetro 31.500.
Abordamos el tema junto a Javier Cardoso, gerente general de Copsa.
El lunes dimos cuenta a la Jefatura de Canelones, quienes procedieron a hacer procedimientos, pero sin éxito. Nuestra frecuencia en esa zona es bastante. Pasaba nuestro ómnibus con el móvil detrás, y atacaban a un ómnibus que iba en sentido inverso.
Anoche hubo una saturación de policías en la zona y eso permitió que no hubiera agresiones. Es una zona descampada que ocupa como dos kilómetros de extensión. Las pedreas llegan desde adentro del bosque y siempre pegan en los laterales. Hubo un caso en que los vidrios lastimaron a pasajeros.
La sorpresa por el golpe puede llevar a una maniobra de evasión y eso a un siniestro de tránsito grave.
La primera noche no teníamos implementado el plan de información a la gente sobre los cambios. A partir de ayer ya tenemos implementado un sistema de móviles que informará a la gente si hay desvíos momentáneos. Los desvíos se producen durante una o dos horas, no más de eso. La gente que efectúa las pedreas se retira en algún momento.
Los ataques han comenzado a las ocho de la noche y a veces se extienden hasta la medianoche, pero a veces están solo cinco minutos. La ruta está iluminada, pero el monte es oscuro y muy denso. Es casi imposible capturar a los agresores en esa situación. Si para un móvil y se adentra en el monte, las personas huyen porque conocen el lugar.
Pero tendremos que evaluar qué sucede cuando se retiren los efectivos policiales.
