Edificaciones abandonadas: Municipio B evalúa soluciones para las más de 300 situaciones que se registran en su territorio

“Cuando hay bienes privados hay que determinar quiénes tienen una legitimación activa como para actuar”, afirmó Varela.

Más de 300 edificaciones permanecen abandonadas en territorio del Municipio B, una amplia zona que abarca barrios como el Centro, Cordón y Parque Rodó.

¿Es posible recuperar estas viviendas y sacarlas del abandono? ¿Cómo se podrían aprovechar edificios que están abandonados desde hace años? Abordamos el tema junto al alcalde del Municipio B, Carlos Varela.

Estamos estudiando usos posibles de ese suelo vacante para atender a la problemática de la vivienda. De los lugares abandonados, el 7 % son públicos. Hay algunas de esas situaciones que están encontrando solución. Se ha venido trabajando caso a caso, en un proceso de acción interinstitucional.

Cuando hay bienes privados hay que determinar quiénes tienen una legitimación activa como para actuar, y eso suele ser lo más difícil. Estas fincas suelen ser ocupadas, porque hay un problema de vivienda. Y en algunos casos también se asocia a la delincuencia o a la venta de droga.

El proyecto de ley de Alfredo Asti se retomó en esta legislatura, pero tuvo su crítica central en la constitucionalidad, pero los que critican no han aportado nada. El problema es real y existe. El proyecto es garantista en el sentido de que como propietario te da la posibilidad de asumir tus responsabilidades.

El problema mayor es cuando nadie se hace cargo de las fincas. Edificios inconclusos hay varios. El trabajo sistemático y caso a caso ha dado soluciones a situaciones graves.

Este proyecto, igualmente, implica a ir ante la Justicia, porque sino lo tildan de inconstitucional. Es una herramienta más para poder seguir avanzando en una preocupación que es tener viviendas degradadas en áreas centrales. Tiene que estar comprobado que lleva 24 meses abandonada.

El abanico de alternativas de uso es amplio. Pueden ser inversiones privadas, una incursión en el sistema cooperativo, los programas del BPS o del ANV. Queremos utilizar ese suelo que hoy está degradado, que deteriora la convivencia barrial.


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