La gestión del Instituto Nacional de Colonización estuvo en el centro del debate político en los primeros meses del gobierno. La compra por 32 millones de dólares de una estancia en Florida y los planes del Frente Amplio de comprar un total de 25.000 hectáreas, generan críticas en la oposición. A su vez, quien era presidente dejó el cargo porque cumplía con la doble condición de presidir el organismo y ser colono. Recibimos a Eduardo Viera, expresidente de Colonización
Cuando resuelvo irme, no es porque el caso estaba cerrado de que sí o sí era así de que el artículo 200 prohibía o había un tema de inconstitucionalidad, sino que hasta el día de hoy está la duda, era un manoseo muy grande hacia el propio Instituto, todos los días se estaba hablando y mal; entonces creí que lo mejor era dar un paso al costado y que se pudiera avanzar.
Antes de asumir que ya estaba el rumor de que ese campo estaba en venta, las instituciones de productores nos dijeron 'que bueno que Colonización pueda comprar ese campo que seguramente va a salir a la venta' ese planteo y era algo soñado por todo el mundo, el campo está quedando cada vez más despoblado, el precio de la tierra que va en aumento y si miran de los últimos años ustedes saben bien la tendencia del valor de la tierra, es muy difícil para que gente joven, gente que no tiene los medios para acceder a la tierra, pueda acceder y se pueda quedar.
Yo desde la actividad gremial, que hace 20 años que estoy, de los primeros temas que siempre sale o el primer tema que sale en cualquier reunión, cualquier taller con jóvenes, cuál es, el acceso a la tierra, no solamente esos colonos que viven ahí, que estarían trabajando ahí, además de la gente que trabajaría con esos colonos, sino lo que movilizaría la economía de la zona.
