El diputado sostiene que los principales problemas en el departamento son el empleo y la vialidad, y que el error de gobiernos anteriores ha sido la demora en empezar.
Las encuestas dan cuenta de una paridad entre el Partido Nacional y el Frente Amplio en Paysandú. De todas formas, la coalición lleva algunos puntos de ventaja al presentarse todos juntos. Dentro del Partido Nacional hay tres candidatos compitiendo por el sillón municipal pero uno de ellos aventaja y lo recibimos.
Uno suele repartir listas pero cuando uno está en política desde hace cinco años, ya se está en manos de la gente. No hay magia para hacer. La gente termina confiando el 27 y ven quien apuesta a equipos y propuestas. Siento que cada vez depende menos de nosotros y más de la gente.
Problemas del departamento
Principal problema ese el empleo y el tema de la infraestructura vial, que tiene serios problemas. Tenemos que resolver las calles y caminos de Paysandú. Más del 70 % de la gente entiende que ese tiene que ser el tema a resolver por el intendente. Hay casas que quedan aisladas después de una pequeña precipitación.
Empleo
Esto es un problema que no es de meses anteriores, es endémico. Paysandú es una ciudad con fuerte impronta fabril, de la industria nacional. Fruto de la desindustrialización, ningún gobernante ha apostado a una firme y seria reconversión. Tenemos la realidad sanducera que se compone de gente que con 50 años son oficiales hilanderos, ¿dónde se la reconvierte? Hasta ahora no se le ha puesto el pienso.
Ha llegado el día de poner varios huevos en varias canastas. No podemos cometer el mismo error que en los ’40 en que apostamos todo a lo industrial, pero cuando se cayó eso, se cayó todo. El turismo es una gran oportunidad, los procesos agroindustriales también, tenemos fuerte presencia de la UdelaR, de la UTEC, que se ha convertido en ciudad universitaria con más de 7.000 estudiantes. Agregar conocimiento al sector primario genera empleo y valor agregado. Tenemos buen panorama por delante si lo sabemos aprovechar.
Vialididad
Es malísima. La gente está re mala con Paysandú. Quien se encuentra en condición más humilde con su moto no puede circular. Es tremendo el estado. El 58 % de las calles de Paysandú hay que hacerlas nuevas. Estan en tan mal estado que es imposible recuperarlas. Hay un 25 % que es recuperable y apenas un 16 % está en buen estado. De los 2.400 km de caminería hay mucho que está en pésimo estado. Cuando llueve los muchachos no tienen siquiera cómo ir al liceo. Entonces hay localidades que quedan aisladas. Fíjense que el último que tuvo la vialidad en condiciones fue el intendente Larrañaga hace 30 años, que entonces tenemos un déficit.
No reelección
Eso habla de la madurez del electorado sanducero. Es muy maduro y celoso. Nos tiene que tener en alerta porque si no cumple como gobernante, hay 1.500 personas que en cinco años le cambian de canal. Ningún intendente después de los ’90 pudo ser reelecto: después de Larrañaga, vino Lamas que no pudo, Pintos no pudo, Bentos tampoco y ahora estuvo Guillermo Caraballo que tampoco será reelecto.
Departamento dividido
La última gestión departamental del FA no estuvo a la altura de lo que la gente esperaba y creo que la gente firmemente cambiará de canal.
Me congratulo de vivir en un departamento donde la gente tenga esa libertad y si no sirve, lo cambia. Es mantener al gobernante en un estado de vigía.
Votantes cambiantes
Son 1.500, 2.000 o 3.000; dense cuenta que las últimas tres elecciones se han definido por no más de 1.500 votos. Estamos hablando de cerca de 90.000 habilitados que terminan votando unos 84.000. Es tan fino el segmento ese que es casi imposible. Hay una realidad que es que el interior promueve al PN, más en estos últimos cinco años que se vio postergado. En la ciudad que tenía fuerte presencia del FA ahora estamos todo el día empatados. Vamos a ver.
Tres candidatos blancos
Hace tiempo se viene haciendo. La gente merece tener el mejor y mayor menú. En Paysandú no estamos haciendo una campaña de blancos para blancos. Estamos haciendo una campaña donde el PN es una suerte de paraguas, un instrumento electoral, donde nos apoyan el PG, CA, un sector del PC. Hemos podido desplegar una coalición, quizás no como la de octubre pero con presencia fuerte de los partidos. Y los tres candidatos expresamos perfiles distintos y complementarios. Creo que eso es lo que la gente busca, dar una sola persona no creo que sea lo que busca la gente.
Creo que hay algo que se ha dado en los últimos cuatro gobiernos y es que se ha demorado en empezar. Quizás la política se trató de prepararnos para ganar y no lo que viene para el otro día. Entonces, aprendiendo de los errores, entendimos que debíamos prepararnos para ganar y para lo que pasará al otro día. Primero, porque gobernar es administrar prioridades, y segundo porque hay que saber qué hacer y con quién. Eso es lo que ha pasado: se ha demorado demasiado en atacar las prioridades que la gente nos pide. Eso de arreglar calles el último año no funciona con la gente y termina en un círculo vicioso.
