El padre Mateo Méndez reflexionó sobre las organizaciones sociales: "El Estado podrá hacer más cuanto más se abra a otras instituciones"

Dirige el Proyecto Minga y reflexionó sobre el funcionamiento del apoyo a jóvenes, la relación con el Estado y la presencia de la religión.

¿Qué posibilidades que tienen los niños y adolescentes de sobrevivir y salir de entornos violentos sin caer en la vida criminal? El padre Mateo Méndez dirige Proyecto Minga, una organización social que busca alejar a los jóvenes de la delincencia.

En la medida que no respondemos a los niños, aparecen propuestas que les son más atractivas en situaciones que la realidad parece limitada.

Creemos que buscando los intereses es que el cambio se puede producir. Buscamos gente que se quisiera comprometer, pero era difícil. Quieren, pero su realidad es compleja. Me parece que hay un antes que descubrimos qué es lo que le puede entusiasmar al niño.

Visitamos a las familias y conocemos la realidad, así entendemos la realidad del niño. Ellos nos ven como un cambio. Ven un mejoramiento de la conducta del niño. Hay que hacer un acompañamiento. Las familias ven que sumándose, se van dando pequeños resultados. Esto va un poco más a fondo de la realidad de los niños.

Religión en los niños

Leyendo el Código de la Niñez vi que decía que el niño o adolescente tiene derecho que se le atienda su dimensión espiritual, incluso facilitarle la materialidad. Hay gente que busca el bien del otro. Trabajo para el otro, para que esté mejor. Eso está en toda tarea educativa que se jacte de tal.

Así era. Había que cuidar a los niños de quienes estaban al mando de los centros. Por los frutos se conoce el árbol… Si no creo que el adolescente no hará un proceso de cambio, no puedo estar ahí. Generalmente se dice: estos no quieren nada.

Relación con el Estado

Me parece que a veces el Estado peca de soberbia: todo lo que hace sale bien. Si nos juntamos y vemos que hay proyectos que funcionan bien. No todo se soluciona con plata.

El espíritu de derrotismo está minando los proyectos que hacemos en áreas complejas. ¡No nos cansemos de sembrar! No porque se temblequee uno se va a ir. ¿Cuándo se cansan los buenos? Cuando hacemos una atención puntual y no buscamos el bien del otro sino el de nosotros, un tranquilizador de conciencia.

El saldo de jóvenes

En esto la pedagogía de Jesús: una moneda, una oveja… Si voy con mi librillo de tratar a un chiquilín que tiene sus macanas, tengo que ser el primero que me tengo que descalzar para entrar a la vida de otro.

El Estado podrá hacer más cuanto más se abra a otras instituciones. Cuando se fundó el Mides, el error fue desconocer que había organizaciones que ya conocían a la gente.

Lo que nos está enfermando es la clasificación por ideologías o religiones. Tenemos que juntarnos y ver quiénes están haciendo trabajos por jóvenes.

Lo que me preocupa es si tu opinión está comprometida con la realidad. En la medida que estés sentado sobre el muro no tenés autoridad de opinar.


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