En los primeros 20 días de enero vinieron los turistas de mayor poder adquisitivo: crecieron uruguayos residentes en el exterior y norteamericanos, cayeron los argentinos y se mantuvieron los brasileños

"Las cifras de enero no demuestran el dramatismo que se había hablado", apuntó la ministra de Turismo.

Durante el mes de enero ingresaron a Uruguay 432.000 visitantes, un 29 % menos respecto al mismo período del año pasado. Esto se traduce en un descenso de 183.000 personas.  A pesar de estos datos, desde el Ministerio del Interior valoran positivamente los datos y niegan que esta temporada sea similar a la de 2002, una de las peores de las últimas décadas debido a la crisis económica que atravesaba la región.

¿Cuáles son las perspectivas para el resto de febrero? ¿La caída de visitantes se puede acentuar más? Abordamos el tema junto a la ministra de Turismo, Liliam Kechichián.

Desde julio del año pasado empezamos a prepararnos, sobre ante la devaluación del 100 % en el principal mercado emisor. Teníamos un pronóstico de caída de argentinos, y teníamos temor en relación a los brasileños.

Los brasileños los mantuvimos, los uruguayos residentes en el exterior crecieron, los norteamericanos crecieron. Tuvimos 200.000 argentinos menos: habíamos tenido 500.000 y ahora tuvimos 300.000.

Creció el gasto diario y el gasto total, 19 y 23 %, respectivamente. Eso indicaría que en los primeros 20 días de enero vinieron los turistas de mayor poder adquisitivo.

Si en algo hemos avanzado es en cierta desestacionalización. Los dos trimestres del medio tienen casi el mismo movimiento que el primero y el último. La región termal, el turismo de naturaleza y el náutico nos han permitido trabajar en ese sentido.

Esta es una actividad impactada por cosas que muchas veces el Ministerio de Turismo no puede hacer nada, como las condiciones climatológicas o ambientales.

Creo que hemos cuidado el Uruguay Natural, con todas las dificultades que el crecimiento, la tecnología y los agroquímicos nos ponen y desafían.

Hasta ahora no tenemos alarmas. Las cifras de enero no demuestran el dramatismo que se había hablado.


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