Fernando Gambera: "Este informe puede ser un disparador de debate para ver cómo nos vamos a manejar en 2021"

El secretario general de AEBU se refirió al estudio presentado recientemente en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales en donde se detalla que fueron casi ocho millones los platos de comida servidos por las ollas populares desde que comenzó la pandemia por Covid-19.

El informe se realizó en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales y AEBU.

Cómo se organizó el estudio 

Empezamos a movernos con dos días fundamentales. Una fue con la cuenta solidaria para recibir donaciones para apoyar las ollas de Montevideo y del interior. La percepción de quienes vivimos incluso la crisis del 2002, sabíamos que este fenómeno de este año era similar pero multiplicado por muchas veces. Nos enteramos que ciencias sociales estaba pensando en un trabajo parecido y decidimos unir fuerzas. La idea fue lo que en este primer informe queda marcado y llegamos a la conclusión sistematizada del fenómeno social de este año. Era más grande de lo que nos parecía percibir. Había unas 700 ollas en el país, pero ellos estiman que el total sea de 800 ollas y merenderos del país que movieron en marzo, abril y mayo de casi ocho millones de porciones servidas por ollas y merenderos. Involucró a más de cinco mil personas que se movieron por lo más leal y fiel que es hacerle llegar la comida a sus vecinos. Este informe puede ser un disparador para ponerlo al uso de toda la sociedad para que sea un disparador de debate y ver cómo nos vamos a manejar en 2021. Las ollas se sostienen hasta hoy. Nosotros hemos estado en estos 8 días más de 500 kilos de lentejas, pula de tomate, aceite, que están en distintos barrios  que van a tratar de sostenerse también por el verano.

Donaciones

Los principales donantes son los propios vecinos que ellos mismos generan distintas actividades para conseguir alimentos. Luego también algunas empresas del barrio, los sindicatos también y en sexto lugar aparece la ayuda del Estado. Lo que manifiestan los referentes es que no hubo ningún apoyo del Estado. Es universo muy grande se visualizan y autodefinen como vecinos que se organizaron para atender a la gente de su barrio. Es una organización social y un entramado comunitario que tiene cuestiones novedosas y el Estado tiene que entenderlo para involucrarse de la mejor manera.

Lo más interesante del informe es que no solo se autodefinen como familias organizadas para ayudar a los vecinos, ellos trascienden esas visión diciendo que quieren seguir colaborando e ir más allá desarrollando huertas, bibliotecas, etc. No solo aportar un plato de comida, sino una lectura o algo para el entendimiento del alma. Me parece que no es menor. Los sindicatos nos vinculamos. Nos vinculamos también con la organización social “Ideas y Vueltas” que trabaja con personas migrante.

Este informe más allá de destacar cifras que son impactantes. Es verdad que por la situación social, muchos de los que dedican horas en la olla también son beneficiaros. Las coordinadoras que se nuclearon se siguen manteniendo. La coordinadora del Cerro reúne 25 ollas y siguen haciendo acopio y manteniendo unos con otros.

Perspectiva para el verano

Es un desafío. Nosotros hemos tratado de mantenernos vinculados para que todos tengan los instrumentos que necesitan. Por suerte hay una presencia mayor de la sociedad de lo que significa la olla y se multiplican estas experiencias. Con la facultad de Ciencias teníamos la intención de tener actividades que nos dieran la posibilidad de pensar cómo avanzar. Somos una reacción solidaria fuerte y además de eso, construir un entramado comunitario que tenga una perspectiva que vaya más allá de nuestro argumento más crítico.

Opciones para colaborar

En las páginas web de los sindicatos y en la de AEBU hay información. La mayoría los pueden encontrar por Facebook. La composición de las ollas, la mayoría de la gente que se mueve en las ollas son mujeres y jóvenes. Son menores de treinta y se mueven en las redes sociales.

En el caso de los merenderos un cuello de botella es leche en polvo junto con el azúcar. Son los insumos primordiales. Hemos estado repartiendo budines que son elaborados por la coordinadora de Lavalleja. Queremos acceder también a algo de proteínas como carne o lentejas.


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