Modelo de formación dual: "una propuesta educativa que reconoce que el lugar de trabajo es un lugar de aprendizaje"

La deserción educativa y el desempleo en los sectores más jóvenes de la población son dos problemas que marcan a Uruguay y que el modelo de formación dual pretende atacar. Este modelo, que se lleva a cabo en países como Alemania y Suiza, propone un camino posible para acercar la educación al mercado laboral. En Uruguay, el economista Felipe Migues elaboró un documento a pedido de UNICEF sobre los desafíos y experiencias del país enfocados a la formación dual.

La propuesta de acercar la educación al mercado laboral

La formación dual es una propuesta educativa que reconoce que el lugar de trabajo es un lugar de aprendizaje. No solo va a producir o trabajar, sino que crea, se piensa de manera crítica. Entonces, ¿por qué no articular esos dos espacios en torno a un proceso de aprendizaje para que el aprendiz, el alumno transite esos dos espacios en torno a un perfil de egreso de competencias. ¿Qué competencias tiene que tener, por ejemplo, un iluminador para estar en un canal? En la escuela se aprenden esas cosas y se aplican en la empresa y eso va alimentando un círculo virtuoso de teoría y práctica. Parte de la base de haciendo, aprendemos.

En ese sentido, el  mundo del trabajo es tremendamente potente para fortalecer procesos de aprendizaje. No es lo mismo aprender cómo se programa que ir a la empresa. Entonces, lo que articula es la propuesta del centro educativo en la empresa. Es fácil de decir, pero compleja de hacer.

Hay tres herramientas esenciales. Con articulación quiero decir directores, profesores del centro educativo se sientan a hablar con las personas que trabajan en este perfil ocupacional para entender qué es lo que compone un perfil de competencias. Ese es el primer elemento, el perfil de egresos, hacia dónde vamos a formar. Cuando estamos de acuerdo que son las habilidades que tiene que tener, en clase pensamos qué es lo  que tenemos que formarlo y en empresas vemos qué podemos ponerlo a hacer para que ejecute esas competencias. Eso se traduce en un plan de formación. Entran en un vínculo concreto y el proceso termina con una certificación.

Edad mínima pensada para la propuesta

En Uruguay, hay experiencias de educación media y superior. Siempre estamos en un marco laboral formal, entonces nos basamos en la edad mínima para trabajar, pero ya hay experiencias de educación media superior hace varios años. Es decir, cuarto, quinto y sexto.

La posibilidad de que el aprendiz se quede en la empresa

Es un resultado posible y bueno. El objetivo central es que la experiencia haya generado aprendizajes potentes en el aprendiz y que el certificado sea una herramienta concreta para el mercado de trabajo. La idea del certificado es que describa las habilidades, para que la empresa pueda ver qué tiene y qué precisa.

Para quién abarca la propuesta

En principio, me cuesta pensar que haya un trayecto educativo que pueda prescindir de la experiencia real en un lugar de trabajo. Lo que sí, puede ser una buena herramienta vocacional. Es cierto que el sistema educativo uruguayo no es muy navegable, pero ese es otro tema. Le estoy dando una herramienta de información al joven para decir: la práctica es esta, tomá la decisión con más información.

Otro elemento es que no deberíamos pensarla solo para la educación formal como la imaginamos. Para la educación no formal es una herramienta muy potente y también para pensar en trayectos de reconversión laboral. La formación dual le propone una herramienta alternativa. Hay que pensarlo como una herramienta no solo de la formación formal, sino que permita pensar en otras potencialidades.

Crítica de que mercantiliza la educación

En general, son argumentos de falsas oposiciones y que creo que parten de una manera de entender el mercado de trabajo demasiado antigua, donde uno iba y replicaba las mismas tareas todos los días y no tenía mucho que pensar. En general, la educación tiende a formar el pensamiento crítico. No hay tanta oposición entre esas dos cosas. En todo caso, hay complementariedad. La ejecución de una tarea en el marco de un trabajo tiene potencialidades grandes para aprender. Además, el objetivo al final es darle herramientas a la persona para que se inserte de manera exitosa en la sociedad y pueda desempeñarse como quiere. Para insertarse socialmente se necesita insertarse en el mercado de trabajo y de manera exitosa. No te podes insertar socialmente sin trabajo.

La diferencia con una pasantía

Es un miedo o mito que surge en general. Lo que está bueno es setear las expectativas de que es un aprendiz primero que nada. No es un trabajador. Es una pasantía pero no, porque la pasantía puede poner en tela de juicio o puede no darle la relevancia que tiene el vínculo entre aula y empresa. El aprendiz aún no sabe hacer lo que está yendo a aprender. Claro que tiene que aportarle valor a la empresa, pero no puede sustituir un aprendiz a un trabajador.

Hay una actitud de la empresa de enseñarle. Por eso está bueno de hablar de empresa formadora. Designa un tutor, una persona que lo va a acompañar y lo avalúa al menos dos veces en la experiencia.

Atractivo de la propuesta

El mercado de trabajo da señales claras de escasez de capital humano. Además, cada vez que una persona toma a una persona que recién entra, hay un proceso de formación necesario mientras se acompasa en el trabajo. Hay una necesidad de esa empresa de encontrar personas que se puedan desenvolver con calidad dentro de un trabajo. Ante esa necesidad la propuesta es “bueno, trabajémoslo juntos”. Hay una lista de situaciones de ganar-ganar que no tiene tanto que ver con una inversión tangible, sino que con la dinamización del espacio de trabajo de los jóvenes. También, estas experiencias son excelentes espacios para formar a los cargos de mandos medios. Para el tutor es un buen entrenamiento. Está aprendiendo a liderar gente, a comunicar.

Financiación

Uno de los grandes cuellos de botella es disponer de un tutor, porque en general al tutor le pagan por las tareas que tienen que hacer y le agregan estas otras de formación. La formación dual es una herramienta, puede que no sea la mejor para todas las empresas ni para todos los perfiles ocupacionales. La intuición es que está demasiado poco usada.

Sin duda, el financiamiento es complejo, porque implica un sueldo para el aprendiz. Implica que el tutor un costo de oportunidad es dejar de vender sus horas de trabajo a clientes o lo que sea, para dedicarse al aprendiz por un tiempo determinado, lo que dure el proceso de formación.

Hay de evangelización casi, de ir a tocar la puerta y vender la propuesta en empresas y perfiles donde el centro es que ahí puede haber un faltante. En la medida que las empresas empiezan  a participar y se convencen entre ellas es más potente y eso termina permeando. Pero hay una etapa inicial que el desafío es empezar a convocar. La oficina donde yo trabajaba, coordinaba con los tutores. Inicialmente son a pulmón y luego se van institucionalizando.


Las Más Vistas