Geóloga dijo que en caso de existir tierras raras en Uruguay, producirlas "no es viable"

Las tierras raras "son un grupo de 17 elementos químicos que se usan para aplicaciones tecnológicas", explicó Manuela Morales. Hoy se trata de un factor clave en las negociaciones de paz de Trump con Ucrania. La geóloga explicó las propiedades de estas tierras, su importancia en el acuerdo de cese al fuego entre Rusia y Ucrania; y por qué Uruguay tiene monacita pero no produce estas tierras.

Detrás de los discursos oficiales del alto al fuego, las promesas de reconstrucción, la cláusula del dominio de tierras raras ucranianas por parte de Estados Unidos podría cambiar el rumbo del conflicto.

Son un grupo de 17 elementos químicos, que se usan para aplicaciones tecnológicas, incluyendo la medicina, resonancia magnética nuclear, aleaciones para aeronáutica,  y productos tecnológicos.

La geóloga explico que, a diferencia de su nombre, "no son tan raras": "lo de raro es que no se presentan en estado puro como el oro, hierro o el cobre, que se pueden encontrar nativos en la naturaleza, entonces la humanidad no las conoció hasta en 1830".

Morales comentó que las mayores reservas se ubican en China, que hoy domina el mercado y "tiene sus propios yacimientos". El interés de Estados Unidos se relaciona que al momento "está muy por debajo en producción": "Me parece que lo que quiere Trump es tener exclusividad para los proyectos de exploración".

Como buenos metales son conductores eléctricos, pero también algunos son dieléctricos –aislantes eléctricos-, son luminiscentes, por lo que se pueden utilizar en las pantallas de computadoras, tablets y teléfonos, porque emiten diferentes colores cuando son excitadas por distintas corrientes eléctricas; se usan en lámparas led, para el tratamiento de cáncer como radioisótopos.

Respecto a la posibilidad de que Uruguay cuente con este tipo de tierras, la científica comentó que si bien se encuentran depósitos de arenas negras que "fueron investigados" y tienen monacita, no está confirmado que haya tierras raras y no es viable económicamente investigarlo, en parte por costos ambientales que ya asume China.