Gonzalo Civila: "El FA necesita una presidencia que no se reduzca el acuerdo entre 4 o 5 grupos políticos"

El diputado Gonzalo Civila realiza una intensa campaña para ser el presidente del Frente Amplio y expresó que "60 días para recorrer todo el país es un tiempo corto, entonces fue un proceso muy intenso". Sobre la última presidencia en la fuerza política dijo que "se apoyó demasiado en los acuerdos entre algunos grupos y eso no terminó de darle demasiada legitimidad a la presidencia" y que "no permitió hacer grandes cambios y a su vez, dejó mucha gente enojada".

Campaña

Contento porque ha sido un proceso muy intenso, pero muy lindo. Estamos recorriendo todo el país. Mañana viajamos a Tacuarembó, en los últimos días metiendo kilómetros. Muy contento por lo que hemos podido compartir con muchos y muchas frenteamplistas a lo largo y ancho de todo el Uruguay. Un poco cansado porque 60 días para recorrer todo el país es un tiempo corto, entonces fue un proceso muy intenso.

La verdad es que no tenemos ningún elemento claro de que nos permita decir que cómo vienen en término de quién puede llegar a ganar la elección. Es algo que no está decidido. Lo que hemos hecho fue apelar a la cabeza propia de los frenteamplistas porque este es un proceso abierto, la gente puede ir, arrimarse a votar adhiriéndose al Frente Amplio en el momento, por eso no está claro cuánta gente va votar por eso tan difícil poder hacer una predicción de lo que pueda suceder en la elección.

Nosotros vemos un cambio de ánimo fuerte en los frenteamplistas. La propuesta nuestra es una propuesta de cambio. lo que hemos tratado de colocar. Creemos que es un mensaje que de a poco ha venido calando en otros compañeros y compañeras, eso nos alegra. El frente necesita transformaciones.

Objetivo

Aportar al cambio del Frente Amplio. El lugar en el que sentimos poder hacer el mejor aporte es desde la presidencia. El FA necesita una presidencia que trabaje para generar un liderazgo colectivo, de ideas, que apueste a la participación, que no se reduzca el acuerdo entre 4 o 5 grandes grupos políticos. Estamos convencidos de que lo podemos hacer. Hemos venido sembrando ideas y propuestas, tratando de colocar arriba de la mesa lo que para nosotros es la agenda de cambios del FA. También tratando de aportar un mensaje claro del FA de lo que está pasando en el Uruguay.

Si quiero decir algo lo digo, no tengo que andar con vueltas. Respeto muchísimo a los sectores que apoyan a Fernando Pereira. Hay organizaciones con gran trayectoria dentro del FA y otras nuevas. Respeto también a la compañera candidata. No hay ninguna contradicción. Los frenteamplistas están cansados de hablar mal de otros frenteamplistas. En el FA se ha instalado una lógica demasiado dirigencial. Necesitamos abrir, no son solo 4 o 5 grupos, la gente es el frenteamplismo. Hay que mover algunos status quo, menos burocratismo, necesitamos un FA que discuta más lo ideológico y programático. El modelo de convivencia, el proyecto educativo, esas cosas tiene que discutir el FA. Mientras tiene una posición decidida de oposición al gobierno que está generando estragos en la sociedad uruguaya, una política antipopular tremenda y a eso hay que construirle una alternativa que es organizando a la gente y organizándonos desde la base de la sociedad, discutiendo los temas de fondo del país y generando una lógica más inclusiva y participativa.

En el último tiempo, la conducción de la fuerza política se apoyó demasiado en los acuerdos entre algunos grupos y eso no terminó de darle demasiada legitimidad a la presidencia, esa es la realidad. No permitió hacer grandes cambios en el FA y a su vez, dejó mucha gente enojada. Hay que apelar muchísimo más a la participación del FA.

No es un tema personal con Javier Miranda y su gestión, sino por un problema colectivo. Nos asumimos como parte del problema y de la solución. Algunos más responsables que otro, ahora no se trata de evaluar eso sino de cómo encontramos una salida a eso, por eso me presento y pongo cuerpo a esta candidatura.

Creo que la enorme mayoría de la sociedad no analiza la realidad política y social sobre la base de categorías politológicas. No creo que la gente un día amanezca y diga me enojé con el Frente Amplio por izquierda entonces voy a votar por otro lado, creo que se dan procesos de desconexión y hay sectores sociales que no se sienten expresados y representados. Cuando no se sienten representados muchas veces se da una suerte de representación social vacante, es decir, no se sienten expresados por nadie y después terminan canalizando su voto y adhesión en función de múltiples factores.

Nosotros en términos sociales perdimos adhesiones de las capas medias, sectores que muchas sintieron que el FA si bien avanzaba en un proceso de distribución era más benevolente con algunos sectores muy ricos y pudientes de la sociedad.  Sectores que entendieron que el FA no reaccionó adecuadamente frente a problemas que se enfrentó durante su gobierno, que no tuvo capacidad de recambio y de agenda. Hubo un corrimiento de muchos ciudadanos y ciudadanas que tenían expectativa muy legítima de que el FA resolviera problemas materiales concretos. También sintieron un estancamiento de la agenda, otros en cercanía realizaron una propuesta que los atrajo y los sedujo. Esto no está pasando solo en el Uruguay. Expresiones de derecha y ultraderecha que han canalizado el mal estar de la gente a través de la democracia. Muchos que se sienten muy alejados de la políticas, algunos vienen con discursos antiestablishment, de que no son de la política y luego esos discursos terminan siendo discursos contra los pobres y termina generando violencia. El FA tiene que venir con ideas transformadoras. Tienen que ser ideas de cambio social. Si vemos que hay desigualdades en aumento, gente en condiciones que no debería vivir en esas condiciones, eso debería ser el ABC del FA.

Nos faltó un trabajo político de organización y conciencia con la sociedad.

En materia educación el FA invirtió en lo que nunca se invirtió. Hubo mucha inclusión de sectores que estaban fuera del sistema educativo. Nos faltó un proyecto educativo claro y es lo que tenemos que discutir ahora. Tenemos que tomar definiciones estratégicas, qué proyecto educativo para qué sociedad.

Seguridad pública

Desde la dictadura para acá no ha parado de aumentar penas y delitos. Si hay algo claro que se ha sostenido es el aumento de penas y delitos, eso no funcionó.

Los problemas de seguridad más graves vinieron después, persisten y se siguen profundizando. hay que poner un foco más en la prevención y disuasión. Se está retrocediendo en el sistema de rehabilitación en las personas privadas de libertad. En el Uruguay tenemos un problema muy enorme de que hay jóvenes pobres privados de libertad que cuando salen probablemente vuelven a delinquir.

Lo que estamos proponiendo es más participación para dar algunos debates estratégicos previos. Para que cualquier negociación, conversación tenga un panorama más claro se tiene que dar el debate. Hay que empezar a discutirlo ahora. Este gobierno tiene mucha claridad para donde va, va para un lugar muy negativo para la mayoría de la sociedad y va a favor solo para una parte. Es un modelo que no podemos mirarlo pasivamente, tenemos que denunciarlo.

Hay un paradigma que implica recortes de derechos, el régimen especial para el alquiler sin garantías que permite desalojos express, eso es retirarles garantía a los ciudadanos. Sin embargo. Hay políticas con beneficios para un sector minoritario como por ejemplo el derecho de hacer transacciones en efectivo de hasta más 100 mil dólares, y eso a quién va dirigido, eso yo no lo puedo hacer. Hay una política dirigida que beneficia a un sector muy minoritario a la vez que se dicen cosas que no son consistentes, querés mejorar los resultados de seguridad y permitís que se hagan transacciones en efectivo de hasta 100 mil dólares cuando se sabe que vinculado a eso hay delitos referidos al lavado de activos que tienen que ver con el narcotráfico, que tienen que ver con los problemas de inseguridad. Esto lo tenemos que denunciar.

Julio María Sanguinetti

Cuando nosotros empezamos a juntar las firmas, Sanguinetti nos dijo que estábamos haciendo una gimnasia militante, que no iba a pasar nada, que no las íbamos a juntar, después nos dijo que estábamos desestabilizando al gobierno, ahora dice que le encanta el referéndum que es una herramienta democrática, no le gusta los argumentos con los que discutimos. Nosotros tenemos que discutir con la verdad informando. Sé que a Sanguinetti no le gusta eso, no es su forma de discutir. Cambia el discurso, da volteretas, un día sí y otro también. Ahora nosotros este debate lo tenemos que dar y darlo con frontalidad.

Apoyo de Raúl Sendic

No fue Raúl, fue la lista 711, que nos planteó su interés de apoyar la propuesto y se la agradecemos. No hay sanciones sobre el grupo 711 frenteamplista. El tema de Sendic es un tema que el FA abordó en su momento, ahora recibimos de un grupo político, un colectivo, hay muchos sectores dentro del FA.

El FA necesita hacia adelante, de esto hay un aprendizaje de mejorar muchísimo los controles y acciones con respecto a las conductas de nuestros compañeros hacia la opinión pública. A veces se personaliza a una cuestión y estos tipos de problemas muchas veces exceden a la persona.

Violencia de género

Sobre cualquier caso de denuncia hay que actuar con los mecanismos que tiene el FA. El FA tiene que tener normas claras para resolver esto. Aparte esos problemas los podés encontrar en cualquier sector político del país. La violencia machista es un problema terrible en el Uruguay. El protocolo de actuación que hemos aprobado es una buena herramienta, con garantías y actuando con serenidad. Cualquier persona que ejerza algún hecho de violencia de esta característica debe ser sancionada por la fuerza política.


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