Gonzalo Civila: "No me veo con intención de hacer una campaña interna, creo que el foco tiene que estar puesto en otro lado"

El resultado del congreso celebrado el pasado fin de semana por el Partido Socialista, en el cual se evaluó la gestión y el accionar político de los últimos tres años, fue de apoyo a la actual gestión al mando de Gonzalo Civila como secretario general. A su vez, Civila se enfrentará a una posible reelección el próximo siete de agosto, frente a un clima de diferencias internas entre las corrientes socialistas.

¿Te esperabas este resultado del congreso?

Esperaba una discusión fermentar como la que tuvimos. Fue un debate sobre el futuro sobre todo, sobre la línea política del partido. Esperaba un respaldo de los compañeros y las compañeras a lo actuado, pero fue un respaldo muy grande. Un 80 %, como se vio en las votaciones de las rendiciones de cuenta que nosotros presentamos, de los informes que presentamos de balances, de nuestra gestión, también con los elementos autocríticos, es algo bastante inusual; fue fuerte y es algo que se valora mucho y da mucha fuerza para adelante.

¿Cómo es la dinámica del congreso? ¿Cada funcionario va presentando su informe de rendición de cuentas? Y vos obtuviste un 80% de aprobación en tu gestión

Sí, y la gestión global de la dirección también. Para nosotros es un respaldo muy grande en esto de cambio de línea política que el partido tuvo. Cambio que es muy característico de la vida del Partido Socialista de Uruguay. Nosotros en momentos históricos complejos, cuando se dan cambios en la izquierda, en el mundo en general, solemos tener estos movimientos. A veces, al principio, no son muy comprendidos por los entornos porque son movimientos que por momentos han sido un poco bruscos hacia afuera. Pero esta es la historia del partido. Si miras la década de los 50, la década del 20, momentos clave en la vida del mundo y también de la sociedad uruguaya donde el partido tuvo virajes de línea grandes, en realidad tratando de volver a sus raíces y de ahí retomar sus fuerzas. Siempre hay momentos iniciales difíciles, nosotros vivimos uno de esos, y la verdad que sentir que eso es respaldado y apoyado da mucha fuerza.

¿Te da un empujón para volver a postularte?

Es un dato fuerte. Hay un conjunto importante de compañeros y compañeras que me han planteado esa posibilidad. Tiene que ver con darle continuidad a un ciclo de transformaciones dentro del partido, pero no es algo que todavía esté definido ni comunicado, porque tenemos que hacer un proceso antes. Yo en eso he sido muy cuidadoso porque soy el secretario general de todo el partido, puedo ser reelecto, no hay ninguna inhibición ni ninguna condición para serlo, pero me parece innecesario adelantar tiempos y procesos y quiero evaluar un poco el cómo se ese posible camino.

¿Qué faltaría para oficializar?

Bueno, conversar un poco con más con algunos compañeros y compañeras y ver las condiciones; qué haría en este tiempo hacia la elección. Yo no me veo con una intención de hacer una campaña interna, creo que el foco tiene que estar puesto en otro lado. Nosotros estamos en un momento de construcción, el respaldo es muy grande a la línea que estamos tratando de impulsar, eso es colectivo. Así se tienen que mostrar y aparecer. Yo estoy convencido de que el partido necesita, así como ha hecho un relevo importante en este período y seguramente necesita consolidar mucho de ese trabajo, también tiene que preparar nuevos relevos a futuro. Tienen que aparecer muchas compañeras siendo voz. Todas esas son preocupaciones que tengo, que tenemos. Y tienen que ser parte de cómo nos paremos en este tiempo.

¿Necesitarías campaña interna?

Bueno, se habitúa en estos procesos, presentar una propuesta. Además yo tengo un foco muy importante en estos días que es la rendición de cuentas del gobierno. Estoy en la Comisión de Presupuesto, integrada con Hacienda, me quiero dedicar también a eso. También es algo a evaluar, y ver las condiciones.

¿Hay marco para un consenso, después de este congreso?

Los niveles de apoyo que tuvo el trabajo del partido en este tiempo, una declaración final que dice cosas bastante contundentes. Creo que tuvo tres abstenciones, es decir, es una declaración emitida por consenso, no hubo voto en contra. Ahí hay afirmaciones sobre la política de alianza, sobre la política que queremos promover. Yo creo que eso da pie para construir mayores consensos. Yo no recuerdo en la historia reciente del partido en que haya una mayoría tan amplia apoyando una propuesta. Obviamente esto no se traduce en la elección de la misma manera, es más complejo. Además no se pueden adelantar escenarios. Hay que ir conversando, con los compañeros que no importa si se expresaron de una manera muy minoritaria, o si fue el 20, el 10 o el 30. Lo que importa es que hay compañeros y compañeras que opinan distinto sobre algunas cosas que son tan compañeros del partido como los que pensamos otra cosa y eso no es tanto una traducción de corrientes polarizadas. Ustedes mismos hablaban de la posibilidad de que haya más de dos candidatura: esto habla de una interna que cambió también. La interna del partido no es aquello que se decía de ortodoxos y renovadores. Esta propuesta que estamos tratando de implementar es de renovación de la agenda política del partido, de cambio generacional, de cambios de referentes, de ideas. En torno a eso y a esos cambios que se fueron produciendo también cambió el mapa de la interna. Eso es producto de diálogo. Ayer una compañera se me acercaba en el congreso y me decía: “Yo sentí más libertad para expresarme”. No pensaba lo mismo que yo en muchas cosas. Fue un debate que estuvo menos en compartimentos estancos. Eso es un paso, y hay que seguir. El Partido Socialista tiene la característica de ser un partido de búsquedas radicales, porque queremos transformar la realidad de raíz. A la vez siempre se esforzó mucho por defender el pluralismo, en la sociedad y dentro del mismo partido.

Los integrantes del comité central no votamos las rendiciones de cuenta, porque la que rinde cuentas es la propia dirección. Podemos intervenir en el debate, pero quienes estuvieron en el Congreso saben que planteé también con claridad que no creo que sea votando en contra de la gestión de una compañera o de un compañero que construimos. Claro, el congreso tiene derecho a evaluar el trabajo real de los compañeros y las compañeras en cada momento, lo que no implica desconocer su trayectoria, su aporte.

Son resultados colectivos que tampoco fue un 80-20 siempre, hubo variaciones, movimientos. Eso habla de un partido que está en construcción. Un proceso que tiene mucho para crecer. Yo decía en el discurso de apertura que el Partido Socialista no es hoy la herramienta que este proyecto que queremos impulsar necesita. Es una herramienta que está en proceso de construirse pero tenemos que cambiar mucho, fortalecernos en todo el país, escuchando todas las voces y siendo capaces de dar soporte organizativo a todo esto que proponemos, que no son cosas menores.

Y respecto a la relación del partido con la ciudadanía, ¿qué evaluación hacen de la autocrítica?

Sin duda, yo te diría que más que para recuperar votos, porque para nosotros es importante ganar las elecciones del 2024. Estamos padeciendo los efectos de este gobierno, queremos que eso cambie. Pero más que votos es recuperar una esperanza y la posibilidad de construir un cambio social. Y eso no puede ser volviendo a lo que hicimos. Eso está dicho en lo que declaramos, que es parte del cambio de la línea política. Fue discutido esto, no fue una cosa obvia. Decimos cosas fuertes; decimos que nos paramos en las conquistas, y de los 15 años que fuimos parte y con roles protagónicos. Pero también asumimos los errores, la autocrítica tiene que pasar por nosotros. No podemos decir que el cambio es la restauración del progresismo. Para nosotros es otro modelo de sociedad, otra propuesta que está en construcción.

¿Y con qué se perfila como prioridad?

Primero un proyecto de largo plazo, que requiere más que de electores, de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con el cambio en el país. Necesitamos mucha conciencia, mucha organización, trabajar por el cambio.

Hoy se está dando en la sociedad, frente a la grave crisis que se enfrenta el país, que hay gente que se organizó en ollas populares. Esa respuesta de solidaridad da esperanza. Porque eso es un síntoma de algo muy feo, gente que no puede comer en su casa. Pero también es una señal de que hay gente que puede organizarse para resolver sus propios problemas y los de otros. Y en ese poder de la gente es donde nos tenemos que parar nosotros. En una agenda que implica cambios importantes. Nosotros planteamos dentro de esas 20 propuestas de “vía digna”, que es el nombre que le ponemos, planteamos la necesidad de utilizar distintos instrumentos para limitar ganancias extraordinarias en sectores que están haciendo muchísimo dinero mientras hay sectores que no tienen para comer. Es una desigualdad insultante. Planteamos la necesidad de discutir factores de poder muy instalados y consolidados en nuestra sociedad como el poder militar. Y este es un debate que habíamos relegado como izquierda también. Tenemos unas fuerzas armas desproporcionadas en Uruguay. Estamos dentro de los 30 países del mundo que tiene más efectivo militares per cápita, más que los Estados Unidos, más que Rusia, más que China. ¿El Uruguay necesita esa relación de efectivos militares por población? ¿Necesita ser, junto con Ecuador, el país de América Latina que tiene más gasto público en defensa? Más que Brasil, Argentina. ¿No hay que hacer un rediseño de las fuerzas armadas que se fortalezcan, que se profesionalicen en las áreas que realmente necesitamos como la defensa de nuestra riqueza ictícola, del mar territorial, del espacio aéreo y hacer una reducción drástica del ejército?

Hoy lo que está pasando en el Uruguay, y todos los proyectos del gobierno vienen en un sentido contrario. De hecho, vemos ahora en la rendición de cuenta, que estamos empezando a estudiar, que se propone militarizar fuerzas que no son estrictamente fuerzas militares como es la guardia republicana. Eso también es un tema, porque no es solo la dimensión de las fuerzas armadas, se trata de las lógicas de militarización. Militarizar fuerzas de seguridad internas es un problema grande. No empezó ahora, nosotros también hacemos esta lectura. Somos muy críticos de algunas políticas de fortalecimiento de los aparatos represivos en períodos de gobierno del Frente Amplio. Reivindicamos el trabajo de nuestro compañero José Díaz en el Ministerio del Interior que fue muy duramente criticado pero que tenía una línea distinta que no terminó de desarrollarse. Parte de este cambio es decir “discutamos estas cosas”. Discutamos la política social, que tiene que ser más construidas desde las comunidades, menos creadora de dependencia.

El lugar del Partido socialista en la interna del Frente Amplio

El Partido Socialista trabaja para construir una corriente fuerte en la sociedad, y eso implica ganar la adhesión de las mayorías nacionales. Lo cierto es que cuando vos dejás de expresar tus ideas, es muy probable que esas ideas se vuelvan minoritarias. Es como la crónica de una muerte anunciada. Y nuestra vocación tampoco es estar en el eje de la mayoría porque sí. Queremos construir mayoría pero a partir de nuestras ideas, principios, convicciones, que implica un diálogo que también nos va a interpelar y nos va a cambiar. No vemos con la verdad revelada. Pero sí hay algunas ideas fuerza: pasar de Frugoni en 1920 planteando la disolución del ejército a un partido que dejó de plantear mucha de estas cosas hay un trecho. Y en el medio pasó el gobierno, compañeros que dieron peleas muy grandes dentro del gobierno. No podían expresarlo de forma pública porque el gobierno te genera ciertos condicionamientos. Hoy estamos en otro escenario y el Partido necesita volver a poner en agenda algunas cuestiones.  La vocación del partido no es ser el promedio del Frente Amplio, tampoco ser la izquierda de nadie. Es ser el Partido Socialista, que se exprese sus ideas socialistas. Y las ideas socialistas no son de administración de lo que hay, son ideas de transformación profunda. Que tienen la vocación de ir a una sociedad de nuevo tipo. Nosotros cuestionamos las relaciones de dominación, de opresión, y eso implica hacer propuestas contracorriente.

¿Qué implica ser ortodoxo dentro del partido?

Yo no soy ortodoxo, es algo que lo he dicho muchas veces. Ser ortodoxo desde mi punto de vista es aferrarte a una cierta verdad que no se mueve. Y eso en realidad no existe en el Partido Socialista. Esos términos fueron importados de un debate que tuvo el comunismo a nivel internacional después de la caída del muro y algunos lo importaron a la interna del Partido Socialista. Para mí la palabra ortodoxo es un estigma, “ahí están estos que siguen diciendo lo mismo de siempre, y no cambian y no se mueven”. Hay discursos que no van al fondo de las diferencias ideológicas. Si ser ortodoxo es defender principios, valores fundamentales, ta, sí, en el partido todo el mundo te diría que somos ortodoxos. Pero si eso –ser ortodoxo- significa no moverte de lugar, no ser creativo, no ser valiente, no ser transformador en tu propuesta, no me siento identificado con eso.

2024: ¿Tiene el Partido Socialista un candidato o se sumará a otra candidatura?

Hemos tenido muchos candidatos en internas, y nos ha ido bien y mal. Tuvimos presidente e intendentes. Hoy nuestro desvelo no es construir una candidatura de un compañero o compañera socialista para una elección. Yo creo que la enorme mayoría de la sociedad uruguaya no está pensando en el 2024. Está pensando en mañana, en problemas graves y urgentes, de techo, de convivencia, de violencia, de alimentación, de empleo; en eso está pensando. Hay otro amplio sector que no tiene urgencias tan grandes pero está pensando en cómo se construye el país de otra manera. Porque creo que estamos de acuerdo en que no estamos bien. Y ese mismo diagnóstico lo hacíamos en otro momento. Hay una crisis profunda, hay una crisis de sentido. Hay mucha desorientación, incertidumbre. Si nosotros entramos en esa lógica de que todo es el 2024, estamos lejos de la sociedad. Somos una especie de corporación peleando lugares. Nos interesa el 2024, pero para poder llegar con un proyecto claro, hay que llevar adelante algunas tareas previas; discutir qué es lo que queremos. Porque no queremos que salga un gobierno de derecha para que entre otro con otra impronta, queremos un proyecto; tenemos que ser capaces de proponer.

Propuesta una reforma constitucional

Lo primero que planteamos es la necesidad de que el partido discuta esto. Tenemos una constitución que tiene más de 50 años. Fue gestada en un contexto muy complejo de la vida del Uruguay, que no tiene nada que ver con el actual. Pone centro la cuestión de la propiedad, muy basado en el lucro y en el negocio. Es limitada en muchos aspectos, que nos permitió hacer muchos cambios, pero desde nuestro punto de vista no es la constitución que necesita el país hoy.

Pero decir esto y decir: “acá tenemos una propuesta integral de reforma que es la que queremos llevar adelante” son dos cosas distintas. El partido hace mucho viene planteando la necesidad de una reforma constitucional. En el 2015-2016 elaboramos una propuesta, que contiene elementos muy diversos: desde cambios institucionales a cambios en los derechos que están consagrados en la constitución para ir a más derechos sociales. De aplicar la modalidad social de la economía, que hay un amplio sector de corporativismo, incorporar en el mismo nivel o jerarquía que las formas de propiedad que están consagradas en la constitución. Pero no queremos decir “acá está la reforma del Partido Socialista”, porque el Partido Socialista no va a hacer una reforma, la va hacer la sociedad uruguaya si se convence de que es necesario una reforma. Y si se recompone el intersocial, ese tejido de actores sociales que se generó al inicio de este gobierno, después vino el proceso del referéndum. Que eso se recomponga, se fortalezca y que haya un espacio donde todos esos actores, y en un diálogo más amplio con la sociedad, construyan un cierto consenso  de hacia dónde tendría que ir esa reforma. Si eso se da, la reforma es viable y nosotros creemos que incluso puede recolectarse el 10% de las firmas e ir a un plebiscito constitucional junto con la elección. Pero para eso hay que agotar todas estas etapas previas. Propuestas sí, pero siempre vamos a debatir en la interna del Frente. Caminar juntos con el Frente, que es nuestra primera gran alianza política; dentro del Frente estamos gestando un espacio político de aliados y allí estamos discutiendo estas cosas.

 

 

 


Las Más Vistas