Gustavo Leal, el elegido por Martínez para ser el vocero sobre seguridad: "Tiene que haber un ejercicio de la autoridad sin miedo y con firmeza, y una actitud orientada a las soluciones"

"Hay que generar un fuerte shock de confianza en la sociedad: la mejor política de seguridad es la confianza pública", apuntó. Además, remarcó la importancia de generar un espacio de coordinación interinstitucional.

El candidato a la Presidencia por el Frente Amplio, Daniel Martínez, ya designó a su "vocero temático" en materia de seguridad, que es uno de los temas centrales de la campaña electoral de cara a octubre: se trata del director de Convivencia y Seguridad Ciudadana  del Ministerio del Interior, Gustavo Leal.

El rol que me planteó el candidato a presidente Daniel Martínez fue que fuera el vocero y referente en los temas de seguridad durante la campaña, hasta octubre. Eso implica transmitir, presentar y ser el vínculo con las instituciones y las personas relacionadas al área para presentar cuáles son los fundamentos y las iniciativas del Frente Amplio y de Martínez en temas de seguridad.

El Frente Amplio tiene un programa de gobierno que lo acordó en diciembre del año pasado. Ahí hay un capítulo dedicado a los temas de seguridad: esa es la base de sustento de la propuesta. Después, en las campañas electorales, a partir del programa, hay una segunda instancia, que implica al plan de gobierno con iniciativas concretas. Eso tiene una base elaborada. Estoy en contacto con el conjunto de los sectores del Frente Amplio para coordinar ese tema.

La propuesta se basa en tres pilares. Por un lado, un enfoque de la necesidad del cambio en la continuidad. Hay que hacer giros importantes en las políticas de seguridad. Se ha avanzado mucho en la profesionalización y tecnificación de la Policía, pero hay una cantidad de cosas que quedan por hacer. Tiene que haber un ejercicio de la autoridad sin miedo, con firmeza y sin complejos.

Hay que poner en pie de igualdad la agenda de derechos y la agenda de responsabilidades. Y tener un enfoque importante basado en la defensa de las víctimas. Desde esos tres puntos se define que hay que tener una mirada sobre la seguridad que excede al Ministerio del Interior: hay que tener una mirada integral del problema. Se necesitan políticas sociales y urbanas, y demás. Pero eso no implica no asumir la responsabilidad.

Yo no me imagino en ningún lugar, desde el punto de vista personal. El rol que me pidió Martínez que asumiera es un rol de referente y vocería en campaña: él es el jefe, yo estoy hasta que él lo decida. El acuerdo que hicimos era cumplir este rol que expliqué, después se verá, paso a paso.

En la propuesta de programa del Frente Amplio hay una iniciativa de tener un ámbito donde se coordinen las iniciativas de seguridad a nivel general. Cuando uno tiene una coordinación con otros ministerios se está en pie de igualdad. En algunas iniciativas, como fue el plan Siete Zonas, el lugar de coordinación era más global, en Presidencia, y eso generaba sinergia y liderazgo. En las políticas de seguridad debe haber un fuertísimo liderazgo para poner el foco en que tenemos algunos problemas que hay que atacarlos integralmente.

La coordinación de las políticas no es reunirse, es hacer. Reunirse es facilísimo.

La propuesta de Larrañaga realmente nos puede llevar a la deriva.

Comparta absolutamente la mirada de fractura social que plantea Mercedes Clara. Todavía no me he reunido con ella. Ese enfoque viene de la práctica, ella trabaja y ha tenido un vínculo muy fuerte con la obra del padre Cacho. Cuando uno está en los lugares, te cambia la mirada. Hay que tener menos escritorio y más barro, estar más a pie de calle en los lugares. Esa sensibilidad por la fractura social es muy importante tenerla a flor de piel.

El Ministerio del Interior durante estos años ha hecho un esfuerzo súper importante en la profesionalización de la Policía. Ha mejorado en su equipamiento y la capacidad técnica, pero en la sociedad hay fenómenos absolutamente nuevos que generan situaciones como el policía baleado en el 40 Semanas o la familia que encubrió la muerte de un niño.

Hay que generar en la política de seguridad un fuerte shock de confianza en la sociedad. La mejor política de seguridad es la confianza pública. Me preocupan mucho los atajos, como decir que vengan los militares a patrullar: eso no soluciona nada.

Las dificultades son de todos. Hay temas que tienen que ver con la sociedad y otros con el ministerio. Hay que reconocer que hay cosas que a veces no funcionan bien. Lo importante es tener una actitud de trabajo. Me quiero comprometer a dejar de analizar los problemas y a solucionarlos.

Estamos proponiendo una actitud en los temas de seguridad con firmeza, con ejercicio de la autoridad y orientado a las solucionáticas.


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