"Hay que aprender a vivir con cierto nivel de amenaza islamista, ningún país está a salvo"

Los expertos aseguraron que hay que evitar el discurso simplista de culpar y criminalizar a todo musulmán y no dejar que gane el "discurso trumpiano".

Nos acompañaron la responsable de la cátedra de Islam y Mundo Árabe de la Universidad Católica y a Martín Natalevich, periodista especializado en terrorismo y Medio Oriente para hablar sobre los ataques terroristas recientes.

Martín Natalevich explicó que no cree que haya habido un ensañamiento particular con Francia, que fue víctima de tres grandes ataques en el último año y medio. El primero, en enero de 2015, fue a la redacción de la revista Charlie Hebdó y un supermercado judío en París, perpetrado por Al-Qaeda. Siguió el ataque en varias zonas de París y a la sala de teatro El Bataclán en noviembre y finalmente durante las celebraciones de la Toma de la Bastilla el 14 de julio de 2016, ambos perpetrados por Estado Islámico. "Lo que ha pasado en Francia es que ha demostrado falencias en seguridad y eso lo ha convertido en un punto sensible. Atacar ahí ha sido más fácil", explicó el periodista especializado en terrorismo y Medio Oriente.

Natalevich dijo que también es importante entender las dinámicas internas de cada uno de los países y aseguró que los procesos de radicalización en Francia se desarrollan distinto de lo que pasa en otros países. Esto tiene que ver con el origen de la población que ha inmigrado. "Sobre todo hablamos de población de África del norte, de origen marroquí o de Argelia. En Francia esa población está menos integrada", sentenció.

Mangana explicó que usualmente los procesos de radicalización llevaban entre dos y cuatro años, pero aseguró que la irrupción de las nuevas tecnologías, la facilidad con la que se puede acceder a foros más o menos clandestinos, las tablets o los teléfonos inteligentes los aceleran. "Tenemos muchas vías de comunicación con personas que no necesariamente están radicadas en Francia o Bélgica pero pueden estar incitando a ese mensaje de odio", estableció.

La especialista dijo que hay que evitar el discurso simplista de culpar al islam y criminalizar a todo musulmán. "Abonar esos prejuicios a un colectivo que suma 1.500 millones de musulmanes que viven en los cinco continentes es lo que hay que evitar, porque además es lo que quieren los violentos", sentenció.

Aunque suene siniestro, Susana Mangana estableció que hay que aprender a vivir a convivir con ciertos niveles de alarma social porque ningún país está a salvo. "Por eso es importante, no digo controlar cada paso que estas personas dan pero sí saber dónde se esta erigiendo un centro musulmán, saber qué tipo de imán esta liderando la plegaria, que tipo de discurso se dicta allí", estableció. La especialista dijo que en occidente consideramos que este tipo de acción merma nuestras libertades cívicas, pero hoy se hace necesario tomarlas.

Por su parte, Natalevich explicó que los discursos hablan de "guerra" al terrorismo, pero estableció que eso en términos convencionales es imposible. "La batalla está planteada en otros términos. No hablamos de un Ejército convencional, establecido en un territorio que puede ser invadido y se puede lograr una victoria, como lo entendíamos en la Segunda Guerra Mundial", indicó. Además agregó que cualquier democracia abierta debe acostumbrarse a vivir con el terrorismo.


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