"Hay que mirar el fenómeno de la migración como un fenómeno latinoamericano, no de Uruguay"

La presidenta de la ONG Idas y Vueltas, Susana Navarro, manifestó su visión sobre el cambio establecido en los trámites para obtener la residencia permanente en Uruguay para los extranjeros.

El Ministerio del Interior rectificó el criterio para otorgar las residencias permanentes a inmigrantes que llegan a Uruguay y no son ciudadanos del Mercosur. Si bien habían resuelto aumentarlo a $ 26.800 —el costo de una canasta básica individual—, decidieron mantenerlo en $ 16.300, el equivalente a un salario mínimo.

Lo recibimos bien porque era lo que estábamos pidiendo. El limite de un salario mínimo nos parece justo y adecuado porque es igual a lo que permite vivir a un uruguayo. Es igual para un uruguayo que para un extranjero, es lo que establece la ley de migraciones, que pueda vivir igual. En la práctica y en lo que es la vida real es una cuenta muy pequeña.

La residencia es la regularización migratoria. Cuando ingresa es lo primero que tiene que hacer, sino ingresa como turista. Para poder trabajar en el país se necesita un residencia, aunque sea una residencia no permanente. En Algunos casos como los cubanos que necesitan visa igual que los haitianos, dominicanos y países de Asia. Hemos pedido que la visa dificulta el ingreso de personas al país y alimenta redes de trata y tráfico porque pone una barrera y es más difícil saltarla y hay gente que aprovecha.

En Cuba pedís 70 dólares diarios en un país donde no se manejan dólares. No se están concediendo nuevas  visas. La persona que debe ingresar con visa y no tiene visa, debe pedir la protección internacional y ese caso hay que analizarlo uno por uno. Si la persona alega principios económicos pueden ser no percibidos por la persona. Puede ser que esa persona no pueda conseguir empleo porque pertenece a un determinado partido político o un determinado grupo social, pertenencia de género. Son limitaciones que hacen que la gente no pueda ganarse la vida en ese país. No es tan lineal como para que sea por motivos económicos sea tan lineal.

Te van a dar una cédula para que puedas trabajar mientras se analiza el caso. En este momento hay 13 mil casos de solicitudes. Se van depurando por mes. Hice un cálculo rápido y  35 años nos llevaría limpiar eso. Una salida efectiva es la residencia.

Para el caso de los cubanos proponemos que puedan trabajar sin que cuenten los antecedentes penales, por lo menos a esa gente que no se les exigía al momento del ingreso. El regimen anterior permitía que, mientras se hacia el trámite, te tramitaban los antecedentes penales. Los criminales terribles tienen pedidos de captura. Todo pasa por interpol. Vos tenés que tener cinco años libres de antecedentes penales.

Cobertura social

Tienen cobertura solo si trabajan. Ese es el tema de la pandemia porque muchas personas no tenían cobertura social. Si fue un problema para los nacionales, para ellos quedaron sin nada. Hay personas que declaran no tener ingreso ninguno. Es una situación de muchísima vulnerabilidad y están solos. No tienen las redes de apoyo que tenemos nosotros. Están mucho más expuestos que nosotros.

Hay que mirar el fenómeno de la migración como un fenómeno latinoamericano, no de Uruguay.

Protección internacional

La protección internacional no se puede negar porque tiene que ver con contextos de peligro. La visa hizo colapsar el sistema de refugio. Hay mucha más gente pidiéndola. Históricamente nuestro país fue expulsor de personas y desde el 2016 comenzó a ser mayor la gente que llegaba que la gente que salía. Eso es parte de una coyuntura geopolítica, no es un tema de Uruguay.

Venezuela y MERCOSUR no tiene que presentar recursos ni visa. Los países más complicados son los que tienen que pedirla como Cuba. Las poblaciones que tienen más llegada y más problemas es Cuba, Venezuela y República Dominicana.

 

 


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