Luis Hierro López fue designado como embajador uruguayo en Perú. El exvicepresidente llega a un país que acaba de sufrir una crisis institucional, luego de que un presidente designado por el Congreso renunciara cinco días después de su asunción, tras masivas marchas que se habían desatado en su contra.
Situación de Perú
La elección es de enorme importancia porque Perú tiene la chance de dejar este pasado de inestabilidad política y pasar a los principios democráticos. Tengo la esperanza de que las elecciones sean afirmativas para que Perú se encause. Perú puede ser un gran socio para Uruguay y voy con ese espíritu para poder utilizar, en el buen sentido del término, esa plataforma que Perú tiene en el Pacífico. Es el país que más ha abierto su economía a nivel mundial. Uruguay puede ser un buen socio en lo que tiene que ver con la vinculación de servicios tecnológicos, comerciales. Voy con el espíritu de afianzar en el mundo. El país tiene una situación que el Mercosur que le perjudica por la lentitud que tiene el Mercosur para organizar sus aperturas y hay que golpear todas las puertas y la del Perú es una buena donde puede haber reciprocidad.
Designación
En el período pasado es pasado. Fue una situación en la que mi nombre estuvo, pero no lo tomé como una expectativa real. Ahora que se haya votado mi nombre es un honor y una alta responsabilidad. Estuvo sujeto a los vaivenes político partidario y eso es una responsabilidad más grande.
La pandemia lo ha golpeado muchísimo a Perú. Espero poder también asistir a una recuperación de Perú en esta materia. En abril con la elección es una fecha que no se va a mover y hay acuerdo político para esto. La elección es el primer paso. Perú tuvo un proceso de fragmentación partidaria y los partidos quizá no tienen la historia que tienen los partidos en Uruguay. Son partidos más personales y la elección tiene que significar un proceso de afirmación. Tengo la esperanza de que así sea.
Uruguay tiene vínculos desde siempre. El actual embajador me informó de una serie de proyectos en marcha que naturalmente la transición del gobierno significa alguna dificultad. En beneficio de Perú, si bien ha habido casos de corrupción, hay un buen funcionamiento de la Justicia y es un signo de salud democrática institucional. Me parece bien marcarlo porque sino da la impresión de que todo está mal.
Uruguay va a tener un vínculo fuerte y provechoso y va llevar tiempo afianzarlo. Yo tengo algunas ideas y propuesta sume me han hecho. Primero tengo establecer los mecanismos de contacto, pero hay formas que sean beneficiosas para ambas partes. Con el arroz se da la circunstancia de que la cantidad de arroz es inigualable pese a que nos impone una franja de precios que perjudica al exportador uruguayo. Hay que negociarlo de forma paciente con Perú. Hay canales y ventanas. Hay una cantidad de cosas que se pueden hacer.
Comparación con el 2002
Aquella fue una crisis muy dura y terrible, pero fue instantánea. El país se recuperó rápidamente. En el 2003 y 2004 tuvimos crecimiento. Esta es una crisis internacional y es muy dura. Las consecuencias sociales van a ser más duras que la crisis del 2002. Recuperar el empleo va a llevar más tiempo y pasar la pandemia no es una cosa segura. Los científicos están diciendo que la propia vacuna no es seguro que pare la pandemia. Bill Gates está diciendo que van a haber otras pandemias. El mundo ha ingresado en un terreno de cambio cualitativo de nuestras vidas. Tenemos una normalidad que va a ser distinta. Los temas sanitarios afloran. Desde ese punto de vista estamos complicados. El presidente está haciendo una gestión que hace que no tenga tantos temores de lo que ocurra con el país. En el tiempo esta crisis va a ser más extendida de lo que pasó en 2002.
Vida diplomática
Va a ser por videoconfernecias. Siempre hubo una crítica a la diplomacia de los cócteles. Nos obliga a trabajar por estos medios. No sé cómo será la diplomacia de la teleconferencia, pero son instrumentos a los que nos tendremos que ir acostumbrando. No hay nada que sustituya al contacto personal.
Ernesto Talvi
El partido está fuerte. Es un tropiezo pero no es grave. El partido está fuerte y está retomando vitalidad. Dos temas principales como son el medioambiente y la enseñanza están dirigida. Dos por ciudadanos colorados muy capaces. La presencia del apartido colorado en el gobierno es cualitativa. El partido tiene una fuerte vitalidad. En forma muy rápida el sector ha mantenido la identidad y mantiene la bandera y eso me parece sustantivo. El partido colorado anda muy bien mas allá de que hoy no tiene un candidato visible para la elección, pero falta mucho para eso.
Almagro
Que se haga batllista me parece bárbaro. Hay que sentirlo. El batllismo es una forma de vía y una forma de servir a esta o y a la sociedad. Es una forma de concebir al mundo y a la realidad sin la lucha de clases. Somos la revolución en la paz y en la ley. Además de eso, hay que sentirlo. Si él dice que lo siente, me parece muy bien. Batlle y Ordoñez decía que hay que preguntar a dónde van. Esto es muy claro. Los partidos se agrandan si reciben corrientes diversas con una misma orientación. Para ser líder hay que ganarse eso en la cancha. Hay toda una formalidad para inscribirse en el partido y luego tiene que competir en una elección interna. Soy incapaz de prejuzgar. El caso de Almagro lo conozco poco. El batllismo es una marca muy prestigiosa y esto no se debe a una persona, sino a una historia que tiene el Partido colorado. Bajo ese paraguas hay muchos uruguayos que se sienten cómodos y dignos.
Pandemia
Ocurrió que la gente se cansa un poco de las precauciones. Era inevitable que pasara esto, pero no es adjudicarle a la actuación del gobierno. El país no ha sentido tan fuerte y va a tener chances de recuperarse más rápidamente. No se entiende que pueda haber un fracaso en el gobierno de coalición en las condiciones actuales. Las cosas cambian mucho. No podemos aventurarnos a cómo van a ser las cosas. La coalición está fuerte y está haciendo las cosas bien.
