José Olivera: "El gobierno no puede seguir diciendo que es una ley buena, justa y popular"

El vocero de la campaña del SÍ habló sobre los ejes de la campaña contra la LUC y la defensa del gobierno. El cruce con el ministro Pablo da Silveira, la designación de horas, los conflictos con la ANEP y la situación educativa actual.

Los ejes de la campaña contra la LUC

La campaña viene instalándose no solo por la oposición, sino también por el oficialismo. Tenemos la misma convicción el proceso de convalidación de la misma. Llevar a convicción de que llevará a referéndum.

Después de julio se levantó la sospecha de que las 700 mil firmas eran cualquier cosa y se manejaron ideas de fraude, confiamos en el trabajo serio y la responsabilidad de la Corte Electoral. El gobierno y la oposición saben que habrá referéndum. Una campaña que tendrá que atravesar dos meses de puntos fuertes entre verano y licencias.

Se concentró el diálogo directo con la ciudadanía con muchas restricciones como por ejemplo en el acto de ayer. Hubo un interesante mano a mano con la sociedad. Las firmas entregadas son miles de kilómetros de militantes a pie. El gobierno no contribuye a esclarecer el debate en la sociedad.

El gobierno tiene una dificultad enorme, primero tiene frases muy rimbombantes colocarnos en un debate que es rasero en el cual no se puede entrar porque no se contribuye desde ese lugar con el debate democrático que hay que instalar. El gobierno tiene doble dificultad: primero dificultad en explicar por qué es una ley justa, buena y popular cuando la gente la está pasando mal en buen parte de la sociedad uruguaya. Segundo, tiene una dificultad porque sus militantes y dirigentes intermedios como no hay cargos en disputas no van a salir hacer campaña para defender una ley que la mayoría de los propios militantes y ni que hablar de los votantes de las fuerzas que forman la coalición de gobierno desconocían su contenido . Si hay algo del gobierno que si mintió en la campaña electoral de que aquí había un programa oculto que ni siquiera los propios parlamentarios de la coalición conocían su contenido durante el desarrollo de la campaña. Ahí hay una dificultad doble para el gobierno en términos de explicarle a la gente en un mano a mano cuál es el contenido de la LUC que lo puede beneficiar.

Cuando hay 100 mil nuevos pobres, 50 mil uruguayos comiendo en ollas populares, aumento consistente de los precios, principalmente en los productos de primera necesidad, todos sabemos que cualquier aumento de precio repercute en todos los precios. La LUC no resguarda el bolsillo de la gente. Hubo tres aumentos y una rebaja, el aumento de precio de los productos de primera necesidad y el combustible no acompañó a los precios en los supermercados. Hay que explicárselo a doña María y a don Juan cada vez que van al almacén cada vez le sale más caro.

En campaña electoral y esto sí no mintió el gobierno dijo que se iba a reducir a 900 millones de dólares del presupuesto nacional y esto se aplicó con independencia de la pandemia cuando en todo el mundo los Estados hacían un esfuerzo enorme por atender las consecuencias sociales y económicas que la pandemia tuvo, aquí el presidente de la República sale acelerar recortes de 600 millones de dólares en el presupuesto.

El problema es de dónde salió la caja de los ahorros de los 600 millones de dólares del gobierno, salió del bolsillo de la gente. Estamos cuestionando una norma que es un programa de gobierno que estipula ciertas reestructuras  en el conjunto de la sociedad donde un aspecto central es el aspecto económico. Dentro de la propia coalición esto ha generado problemas. Sino preguntémosle a Cabildo Abierto, el lío que tiene  adentro de la coalición con el tema de financiamiento con el Plan de Viviendas. La LUC tiene un marco general que establece ciertos caminos desde el punto de vista programático, que luego eso se complementa con otra norma.

El cambio o no del presupuesto depende de la voluntad política de los gobernantes. Si los gobernantes van a desoír una vez más la voluntad popular expresada en las urnas, ahí tenemos un problema de otra naturaleza. Creemos que este debate tiene que cerrarse con primero esclareciendo a la sociedad aquellos aspectos que hoy siguen siendo esclarecerse. El gobierno no puede seguir diciendo que esta es una ley justa, buena y popular o generando el miedo o diciendo que estos están mintiendo cuando ocultaron durante toda la campaña electoral.

El compromiso por el país, el 95 % de la LUC no estaba con contenidos en compromiso por el país y esto es ocultar a la ciudadanía lo que se pensaba hacer. Más de la mitad de los artículos que están comprendidos en lo que es educación no estaban señalados a la ciudadanía. Acá hay que hacer un ejercicio intelectual, político y honesto. Pasar de consejos a dirección unipersonales es un cambio institucional que nadie evaluó seriamente su impacto que hoy está teniendo.

Está generando rechazo no solo quienes estamos promoviendo, sino que el propio militante de la fuerza de la coalición se está sumando a esta campaña. Estamos pretendiendo que haya una forma distinta de gobernar, que no sea de imposición.

El Uruguay tiene una cuestión en su sistema democrático y republicano que le da una fortaleza con respecto a muchos países de la región. Uno es que la ciudadanía nunca vota cheques en blanco y esto le ha pasado con cualquier partido. Aquí en pos dictadura ha gobernado el Partido Colorado, el Frente Amplio, el Partido Nacional y en más de un oportunidad propios votantes de esos partidos se han revelado contra acciones de los gobiernos. Nos olvidamos lo que le pasó a Lacalle Herrera cuando quiso vender todas las empresas públicas y terminó siendo derrotado en las urnas por la ciudadanía con un contundente rechazo ante esa iniciativa. Allí votaron blancos y colorados también en contra de este proyecto. Eso es bueno y sano para nuestra democracia. Lo que uno pretende instalar en términos de debate es que en cambios tan estructurales no se puede hacer de esta forma.

La situación educativa actual

Cuando nos han convocado a los ámbitos de diálogo, siempre hemos construido desde ahí. El problema es que no funcionan ni siquiera los ámbitos de negociación, se ha vaciado de contenido. Hay cosas que se están imponiendo y ni siquiera se está brindando información de lo que se va hacer. Eso genera situaciones de conflicto.

Las diferencias con el ministro Pablo da Silveira

Desde los 90 para acá, el ministro de Educación ha sido un enamorado del modelo educativo chileno. El ministro representa claramente los intereses  corporativos privados educativos, de eso no hay ninguna duda. Su trayectoria, sus vínculos, sus posturas históricamente han sido esas. No hay que mirar una prueba en particular.

En caso de escenario de derrota en el plebiscito

Cuando entramos a una contienda electoral de este tipo, nunca tuvimos la perspectiva de ese escenario. Sabemos que tenemos que enfrentar un conjunto importante de dificultades. Tenemos una confianza muy grande a medida que se avance en el lugar, intercambio de información estén a conciencia de las cosas que estén en juego.

Estamos trabajando firmemente y con mucha confianza de la opción por la cual vamos a defender. En el día después de una posible también forma parte del análisis que estamos haciendo. Nosotros aspiramos que esto sea tomado como un gobierno claro y contundente de la ciudadanía y que haya que corregir lo que haya que corregir.


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