Recibimos al magíster en comunicación y semiólogo Richard Danta para analizar los discursos de los candidatos en la segunda vuelta de la elección.
La victoria de Luis Lacalle Pou en el balotaje de ayer dejó mucha tela para cortar. Desde la forma en que cada candidato decidió interactuar con sus adherentes, hasta sus discursos luego de conocerse los resultados. Analizamos el lenguaje no verbal de Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, y también sus gestos durante toda la jornada electoral con el semiólogo Richard Danta.
Todos estos pequeños resbalones validaban los miedos de los que hablaban. ¿Puede Lacalle controlar a este aliado?
Lacalle logró armar una campaña muy ordenada. Cuando salió estaban los otros líderes atrás y él en un centro de gravedad girando hacia ellos.
Después del momento de emoción, uno puede ver que el discurso estaba diseñado. Es una cuestión de coherencia y profesión.
Creo que tiene que ver con el origen de la clase política del Uruguay. De una forma articulan un sistema de partidos. ¿En el FA hay dinastías? En la de Sendic hubo una dinastía frustrada.
Cuando uno ve a Lacalle, ve un discurso que era para todos los uruguayos. El discurso de Martínez era como si el proceso no se cerró. Lacalle dijo que no lo llamaron para reconocer la derrota y querían empezar la transición pero no le dejaron. Fueron mensajes a la militancia.
El discurso de Martínez es de arenga, de que esto sigue. Me pareció a una película de misterio.
Hay que ver cómo la interna del FA procesa el mensaje. Martínez no es alguien que tenga un carisma desbordante. Tiene dificultades de comunicación política. Esto a veces pasa cuando sale a lo público: es como si entrara en una dimensión paralela. Lo líderes del FA salen por un lado y él por otro.
Una cuestión es que deje permear la emoción y otro es dejarse dominar.
Manini Ríos
Es una figura que no está acostumbrada en la política. Hoy tiene un protagonismo que le permite sentarse a discutir con Lacalle mano a mano. Ahí se verá la capacidad de Lacalle cuánto se deja manejar. Hay que entender a un actor político: si dice algo que no gusta y se retracta, la gente lo puede perdonar. Pero si sube un video que queda de registro, otro bando lo puede usar para capitalizar.
Creo que va a ser una relación difícil de Manini Ríos con Lacalle.
