La crisis sanitaria y política que atraviesa Brasil

Conversamos con el politólogo especializado en Brasil, Camilo López, quien explicó sobre la influencia de la pandemia en la política brasileña y los papeles de los actores electorales.

 Relevos en el gobierno de Brasil

Tenemos un momento de reconfiguración del orden político del gobierno y eso tiene que ver con la crisis que de alguna forma está viviendo Brasil, los tres grandes sacudones, uno tiene que ver con la situación sanitaria que es absolutamente tremenda con casi 4 mil fallecimiento por día, muchas tensiones en la gestión de la pandemia entre el gobierno central y los estaduales. Lo que el presidente quiere hacer y lo que al Estado le corresponde para hacer. Segundo elemento lo que tiene que ver con la economía brasileña que tiene que ver con un momento muy malo. Los mercados están desesperados por una respiración económica mucho más rápida y reformas estructurales que no han pasado. Eso genera demandas y pedidos de cambios como debe de ser la gestión del presidente. Otro tercer elemento que sacude el escenario político es la vuelta de Lula al ruedo. Eso mueve el mercado por el lado del sector privado tenía una visión menos en consonancia con el apoyo a Bolsonaro, esto repercute en el conjunto de partidos del sistema que se mantienen estables en el parlamento. Lo otro que sacude es la intervención de militares en el gobierno donde quizá el punto donde haya que ponerle más atención a toda esta crisis es el papel de los militares en este proceso.

La salida de un ministro de defensa en el que Bolsonaro estaba teniendo una relación tensa en donde hubo muchas tensiones una de ellas relacionadas con la pandemia, como el ejército brasileño por ejemplo de alguna forma el ministro defendía al Comandante en Jefe que tuvo una gestión de la pandemia distinta a los lineamientos generales del gobierno. Hubo un impulso del bolsonarismo para que las fuerzas armadas tuvieran un papel más activo en evitar medidas de cuarentena más estrictas por parte de los gobernadores. Que las fuerzas armadas tuviera un rol más activo en promover la línea política del gobierno en este asunto y eso implica una confrontación y uso de estratégico de las fuerzas armadas en los gobernadores y municipios.

En la salida del ministro de defensa en el momento que parte dice que su labor que en este tiempo en la cartera fue preservar el lugar institucional de los militares. Hubo una intención de tener a los militares más alineados a la figura de Bolsonaro. Tiene una muy buena llegada con los sectores más populares del ejército, de la marina, de la fuerza aérea pero más particularmente del ejército.  También ha intentado sumar a otro elemento muy importante que son las policía militares que dependen de los gobernadores. Es ahí que tiene una base de apoyo.

Mirando las cosas a largo plazo, porque parte de la interpretación de entender a los militares brasileños como defendiendo este sentido de institucionalidad es un poco ambigua y es parte de juegos estratégicos que las propias fuerzas armadas brasileñas han tenido. Primero porque esas fuerzas armadas brasileñas tienen una relación civil-militar donde los civiles no han logrado tener un control efectivo sobre muchos aspectos claves de las fuerzas armadas. Dentro de las fuerzas armadas, la mirada que hay de la dictadura militar es una mirada muy condescendiente. El actual ministro de defensa en su primera orden del día llama a celebrar el día del aniversario el 31 de marzo, que es el Golpe de Estado de 1964. El vicepresidente de la república que también es militar también establece el mismo mensaje diciendo que el Brasil había sido salvado del comunismo. Cuando uno mira las actitudes de los militares, en términos futbolísticos, no tiene el amague y tiene que mirarlo en términos de largo plazo y ver unas fuerzas armadas que tienen estas características con un legado histórico. Estos militares en estos últimos años han tenido un protagonismo político altísimo. Un altísimo porcentaje de los ministerios están en el palacio rodeando al presidente y tienen una cantidad de funcionarios impregnando la burocracia del Estado. Están en una situación que no se están poniendo en contra de Bolsonaro sino que en el fondo son una parte muy importante.

La historia nos muestra como señales de interpretación. Una de ella es que las fuerzas armadas brasileñas aún tienen una mirada autoritaria y de que son parte de las discusiones políticas. Yo no tendría una mirada muy ingenua con el papel de las fuerzas armadas en este sentido. La otra es que el impacto del proceso Lula y una centroderecha que intenta construirse en una tercera vía entre el bolsonarismo y el PT que sin embargo tiene varios problemas. Seis expresidenciales escribieron una carta de apoyo a la democracia de la cual no invitan a participar a Lula, para ver como ese centro que quieren presentar es un centro corrido a la derecha, cinco de los seis firmantes votaron por Bolsonaro y uno de ellos se fue para París para no votar en la elección y como la falta de reconfiguración del escenario electoral puede poner nervioso a los actores y perjudicar sus conductas electorales.

Próximas elecciones

En Brasil hay dos grandes líneas que dividen aguas, una de ellas es el Pro PT y anti PT y la otra es Pro Bolsonaro y anti Bolsonaro. En las elecciones pasadas el Pro PT y anti PT fue el que marcó el rumbo y la decisión de la elección. En el manejo de la pandemia el Pro Bolsonaro y anti Bolsonaro fue central. Hay que ver como se estructuran en las próximas elecciones y como logra coordinarse la izquierda y como se reconstruye el bolsonarismo para esto. Hay cambios que muestran que el presidente que quiere hacerse con más poder. En ese caso pone un canciller poco visible con una figura que hace pensar que seguirá la línea anterior.

Lula tuvo una nota de prensa donde prácticamente tuvo 18 veces más audiencia de lo que ha tenido Bolsonaro e impactó la agenda. Dijo cosas muy fuertes contra Bolsonaro.


Las Más Vistas