"Los audios de Alcántara y de Valdez son estremecedores, lo que se oye ahí es bastante complicado", afirma el abogado Washington Abdala.
Esta semana surgieron más novedades sobre el escándalo desatado en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) a partir de las grabaciones realizadas por el empresario Walter Alcántara.
El abogado de Wilmar Valdez, Pablo Galain, presentará ante la fiscal Silvia Pérez una ampliación de la denuncia por violencia privada contra Arturo del Campo, José Luis Palma y Julio Ríos.
En tanto, la defensa de Julio Ríos insiste en probar su inocencia en todo lo sucedido. abordamos el tema junto al abogado Washington Abdala.
Me da la impresión de que cada una de las defensas está tratando de argumentar sus fundamentos. En mi caso, estoy tratando de indagar a todas los que tuvieron algo que ver con lo sucedido, de manera bastante relacional, según el semanario Búsqueda, que es muy serio, en el sentido de tratar de saber exactamente qué fue lo que sucedió.
Hay un tema que es la elección de las autoridades de la AUF. Y otro es lo que sucedió adentro de la AUF para terminar como terminamos. Tenemos que saber todo. Si se quiere saber qué pasó con la campaña, es importante saber cómo terminó la AUF intervenida, qué fue lo que pasó y cómo se manejaron los recursos.
Algunos de los audios son bastante estremecedores, por decirlo de forma suave.
Valdez estuvo setenta días sin hacer nada y de un día para el otro cambia su posición en términos de reproche penal y ahora señala violencia privada. Eso no es serio, y espero que la Fiscalía lo tome en cuenta. Al principio dijo que había estado emocionalmente afectado por el contenido de los audios, pero eso no le alcanzó para continuar con un cargo en la FIFA durante unas semanas más. Es extraño. Los audios de Alcántara y de Valdez son estremecedores, lo que se oye ahí es bastante complicado. Pero de ahí a que pueda haber algún encuadre penal, no lo sé, ese no es mi tema.
Por un lado está el conflicto Valdez-Alcántara, y luego hay una investigación en curso en la que se pretende averiguar si Del Campo, Palma o Ríos tuvieron la capacidad de concentrar voluntades para afectar la capacidad de chances de ser reelecto de Valdez, algo que todavía no se ha podido probar.
Cuando Valdez se baja de la carrera presidencial, seguramente lo hace porque cuando oye los audios se da cuenta de que eso es impactante y no le permite seguir siendo un candidato con chance.
Pero de ahí a sostener que hubo coacción o un mecanismo de presión para hacerlo caer… eso hay que probarlo y hasta ahora eso no se ha probado.
En alguno de esos audios se dice que ya hay una conversación con el Ministerio del Interior y que el tema de las cámaras está casi arreglado. El viceministro del Interior fue la Comisión de Deporte del Parlamento para explicar qué pasó con la licitación de las cámaras de reconocimiento facial. Y ahí hubo versiones encontradas: algunos decían que era verosímil y otros decían que hubo incidencia. Ahora el viceministro debe venir a aclarar esto ante la Justicia.
Ríos es inocente, es un periodista que dialogó con todas las personas a su alcance. Él no inventó los audios: se los dieron. Tuvo buena fe y buena disposición.
