Según la estimación del Instituto Nacional de Estadísticas la pobreza medida con base en ingresos bajó en 2022 al abarcar al 9,9% de la población. El año previo había sido 10,6% y en el 2020, con los impactos de la pandemia, había llegado al 11,6%. El informe oficial también detalla los niveles de pobreza por edad, donde surge que los niños menores de seis años son el segmento con mayor incidencia. Además, en la franja de 6 a 12 años hubo un aumento del nivel de pobreza respecto al 2021, a diferencia de la baja que ocurrió en el dato global. Recibimos al economista de la consultora Exante, Luciano Magnífico.
En otras comparaciones estamos por encima de niveles previos a la pandemia, en el 2019 era de 8.8%.
La economía creció el año pasado, era esperable que la pobreza cayera.
Hay un núcleo de pobreza más estructural a la que de alguna manera que el aumento de salario real no le llega de manera y tan sencilla.
La ventaja del estimador por ingreso de pobreza es relativamente objetivo. Uno define canasta básica alimentaria y no alimentaria y después se cataloga el hogar.
Generalmente, en sí mismo tenemos un tema de cuánto es esa canasta básica.
El INE se rige en metodologías.
No hay que mirar tanto el ingreso sino la cobertura de necesidades.
No tenemos números de por qué aumentó la pobreza infantil.
No hemos podido identificar qué está pasando ahí y por qué subió.
A mitad de año inicia la ronda del consejo de salarios.
Tenemos una previsión de que el salario real se pueda recuperar.
El empleo tendría un aumento.
Probablemente, haya que generar políticas que tengan múltiples patas; hay que mejorar la inserción laboral de las personas y el nivel educativo.
Más allá del flagelo de la persona está el tema de que nos concentramos en la población de menor edad son los trabajadores del futuro y cuando más capacitados estén mejor va a ser para todos.
Uruguay es un país que tiene la pobreza relativamente baja comparada con la región.
