La situación pandémica en Chile: "Es una crisis sanitaria, que sobre esta hay una crisis social, que ya era económica y además política"

Contactamos al periodista Nibaldo Mosciatti para conocer cómo el país trasandino está lidiando con la pandemia.

Con cifras diariamente altas de nuevos contagios, Chile continúa ascendiendo en la lista de países con más casos de covid-19 y el lunes superó a Italia, uno de los de mayor número de infectado. El Ministerio de Salud informó de 242.355 casos, tras reportarse hasta el sábado otros 5.607 nuevos infectados. Al mismo tiempo Santiago, su capital, figura entre las cuatro ciudades del mundo con más cantidad de infectados, solo superada por Nueva York, Moscú y Sao Paulo, que por demás cuentan con una población mayor.

Hay una cifra de posibles fallecidos por covid que lo llevaría de 5.000 a 7.000, pero queda por confirmar. Chile está viviendo la crisis del covid-19 después de la crisis de octubre, del estallido social. Por tanto, la economía está doblemente golpeada.

Estamos en una situación compleja porque es una crisis sanitaria, que sobre esta hay una crisis social, que ya era económica y además política.
La polarización es gigantesca y la política también. Entonces hay poca posibilidad de acuerdos. Se logró hace poco entre el Ministerio de Hacienda y la Comisión, que economistas acordaron fondos para enfrentar la crisis. Se logró in extremis.

Ya se presentó una querella criminal contra el presidente de la República, el exministro de Salud Jaime Mañalich y quienes sean responsables de las muertes de personas por covid en su comuna.

Creo que no hay liderazgo. Así de brutal debo decirlo. Es desde hace mucho tiempo. Lo que se vio en octubre fue un desapego a la autoridad. Hay una desafección gigantesca hacia las instituciones.

Chile siempre ha hablado de un umbral. Estamos en 36.000 y el umbral es 100.000 pero probablemente si llegamos a 60.000 algunos problemas pueden derivar. Lo que hizo el ministro fue actuar. El Estado se hizo cargo.

A Chile le espera mucha turbulencia. Esto no es accidental, viene de muchos años atrás. Hablo de finales del gobierno de Lagos. Hubo dos figuras, los autocomplacientes y autoflagelantes: hubo un sector que siempre estuvo quejándose de aceptar las medidas económicas de la dictadura.

Este malestar interno de la izquierda provocó que en el segundo gobierno de Bachelet no tuvieran mayorías. Eso dejó a Chile en un tironeo entre quienes quieren reformar el sistema. Además se ha perdido algo del fair play y buena convivencia política. Se ha vuelto un espectáculo grotesco donde viven de criticar al adversario. El periodismo ha generado muchos propagandistas. Es el que tiene buenos estilos, particularmente la radio. El problema de Chile es que el crecimiento económico ha tenido la mochila de la desigualdad. El diagnóstico de Bachelet, que tomó de la PNUD, es que hay desigualdad de trato, donde hay una élite que tienen puestos de poder y acceso.

La desigualdad es económico, pero por sobre todo de trato. Eso es lo que se demandaba en octubre.


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