"La violencia solo la vamos a poder combatir con un gran cambio cultural entre todos", dijo la coordinadora del Sipiav.
El Estado recibe cada menos de tres horas una denuncia de violencia severa contra un niño o adolescente. La cantidad de casos registrados en 201 7 implica un aumento del 19 % respecto al año anterior, confirmando una tendencia al aumento de estas cifras.
Además, en el 80 % de los casos se trata de situaciones repetidas. Estos datos surgen del relevamiento del Sipiav, el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia.
Abordamos el tema junto a María Elena Mizrahi, coordinadora del Sipiav.
Aparte de denuncias, son casos atendidos, lo que implica una veracidad bastante mayor. Estos son 3.155 situaciones donde algún equipo del Estado intervino para cesar la situación de violencia, y se definió si se iba ante la Justicia o si se empezaba un trabajo con la familia.
Tenemos tres elementos. Por un lado, que los padres pasen al acto de violencia por situaciones de mayor estrés. Antes había más silencio respecto a estas situaciones: ahora los propios niños dicen. Y además ahora tenemos una mayor capacidad de respuesta y atención en todo el territorio nacional.
En la medida que los niños se convierten en adolescentes, cambia la violencia. En el caso de los niños, disminuye la violencia física, peor en el caso de las niñas aumentan los casos de abusos sexuales. Igualmente, creemos que tenemos un subregistro de los niños que son abusados sexualmente, porque en el caso de los varones se mantiene más en reserva o ellos mismos no se animan.
El Estado da protección, pero para un adolescente o un niño no es agradable tener que contar lo que le pasa.
La violencia solo la vamos a poder cambiar con un gran cambio cultural entre todos. Apostamos al cambio cultural y a que los niños, niñas y adolescentes uruguayos tengan otro lugar.
