Las expectativas de los empresarios, según Deloitte: "Dicen que tienen confianza en que la foto futura será mejor"

Recibimos al socio de la consultora, el economista Pablo Rosselli, para hablar del panorama económico que le aguarda al Uruguay.

Esta semana la consultora Deloitte presentó la última encuesta de expectativas empresariales donde se desprende que los empresarios uruguayos dejaron atrás su marcado pesimismo de los últimos años y muestran un mayor optimismo de cara a la nueva administración de gobierno, que asumirá en funciones en marzo de 2020. Vamos a conocer más detalles de la misma y como se evalúa la situación económica actual de la región con el economista Pablo Rosselli.

Lo primero que tenemos que decir es que en Deloitte hacemos esta encuesta hace diez años. Participan unos 300 empresarios de capitales uruguayos y extranjeros. En general nos responden empresas de gran porte. Las empresas vienen reportando baja confianza empresarial y expectativas malas.

En general prevalecen respuestas de signo negativo. Para adelante prevalecen respuestas negativas, pero son muchas más las de

Empiezan a aparecer respuestas de que va a mejorar. Dicen que tienen confianza de que la foto futura será mejor.

No aparecen preguntas que nos permitan asociar resultados electorales. Hay un hecho objetivo de que la economía uruguaya sentirá el impacto de UPM2.

La región

Hay enormes diferencias entre los ’60 y ahora. El nivel de inestabilidad macroeconómico era mucho mayor pero hay un elemento importante: en los ’50 América Latina se favoreció de un boom de commodities, se terminó en 2014 y vimos una desaceleración económica en toda la región, y un hecho interesante es que las tasas de crecimiento son bajas para las expectativas de progreso de la población. Eso es un elemento muy parecido con los ’60.

No solo tuvimos menos crecimiento, la expansión de los salarios en aquel momento encontraron fundamento en la expansión de materias primas. Si no hay crecimiento, no hay Consejo de Salarios que te ayude.

Los salarios

Nos dicen que el salario es alto en relación a la productividad. Sin dudas un salario de $20.000 es bajo. Las empresas toman decisiones en base a niveles de rentabilidad, lo que nos dicen es que los salarios son altos respecto a los niveles de productividad, no del costo de vida.

Creo que el próximo gobierno tiene cosas a ajustar de la macroeconomía: déficit fiscal insosteniblemente alto, hay atraso cambiario, un nivel de inflación incómodamente alto y estamos destruyendo empleo.

No hay gobernante que sea aplaudido por hacer medidas de ajuste.

Hay distintos equilibrios. Con este nivel de crecimiento y de salario real, va a seguir cayendo el empleo. Las empresas van a trabajar para aumentar la productividad del trabajo.


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