Leonardo Méndez sobre Casa de Galicia: "Fue un ejemplo de la posibilidad de trabajar con independencia"

El presidente electo de la Asociación de Magistrados explicó que su administración estará más centrada en aspectos gremiales de la asociación, y que cree que los magistrados no se sienten trabajadores públicos. Además, reclaman más transparencia en el proceso de ascensos, y explicó que el caso Galicia sufrió presiones por fuera del sistema judicial.

Leonardo Méndez - el presidente electo de la Asociación de Magistrados

Nuestra impronta es ir a un camino más gremial. La herramientas de abordaje de las problemáticas van a ser quizás el punto de mayor diferencia.

Los jueces, históricamente, para plantarnos como trabajadores públicos y realizar los reclamos siempre tuvimos un perfil más de mesura y de autolimitación. Porque nos cuesta percibirnos como trabajadores públicos, que cumplimos un rol de total trascendencia en lo que es el estado de derecho. La idea que queremos levar a cabo es plantarnos de una forma más firme en la reivindicación de cuestiones básicas que tenemos pendientes hace mucho tiempo.

Todavía hablar de sindicato es hasta novedosos para nosotros. Es necesario ese paso de asociación profesional a una gremial que busque los derechos.

Hay que llamar a la unidad con la oposición. En estas elecciones participaron menos colegas que en la pasada. Es un llamado al compromiso, unidad.

La Asociación debería tener otra participación, hemos tomado un rol secundario. No tenemos ese lugar de dar nuestra opinión, en cosas tan sencillas como la sanción de normas, que después llevadas a cabo se encuentran dificultades que la mayoría de las veces es porque no se nos consultó. Parte es responsabilidad nuestra, de no ponernos en el lugar que nos corresponde.

Con las administraciones, la preocupación era compartida; el problema es el encare, es cómo te posicionas frente a un reclamo.  Coincidimos en un enfoque de mucha imparcialidad, como es nuestra profesión. Lo que no implica separar el juez trabajador y el que está en el despacho.

Muchas veces ocurre que las personas ni siquiera saben qué hacemos, cómo, por qué. Hay un tema de responsabilidad social allí. Es vital que se conozca.

Presupuesto

Por nuestra función, hemos analizado las decisiones gremiales. Un paro no podría aplicarse en términos generales, sería una última opción.  Lo que se busca es dar algún pasos más contundente. Hace más de una década que el Poder Judicial no tiene un presupuesto globalmente actualizado. Se da puntualmente refuerzos, insuficientes. Habla mucho del rol que estamos teniendo en la defensa de nuestro trabajo.

Es una responsabilidad de todos. Hay que generar a nivel interno una conciencia colectiva. Tenemos que pensar en el diálogo a más no poder, tanto en la interna como en lo externo a nivel de sistema político.

Han pasado todas las administraciones y hay dificultades históricas. Falta mucha sensibilidad del sistema político. La mayoría de los colegas lo ven como una muy última medida, la del paro.

Carrera funcional

La legitimación de una carrera transparente. Históricamente, el sistema de ascensos y traslados lo regula la Suprema Corte. Pero nuestras clasificaciones, a diferencia de otros funcionarios públicos, son secretas, no sabemos qué clasificación tenemos. Y después de dos años, se dan unas listas de quienes son los más aptos para ascender. Esa lista se publica, y no hay un acto administrativo que diga por qué estás en el puesto. No se saben los criterios que se manejan. Además, no todos los jueces tienen derecho a ser clasificados. Porque hay límite de evaluar x cantidad de colegas. Queremos un sistema de concurso de méritos, que se pueda medir la actuación del magistrado, como la prueba, con la antigüedad, un análisis global. Más ecuánime. Que se pueda recurrir a esos resultado si hay algún problema

Casa Galicia

Ahí hay dos cosas. El proceso en sí sería temática para otro día, eso de poner en la ciudadanía nuestra función.

En lo segundo, ese caso fue un ejemplo de lo que también venimos reclamando que es la posibilidad de trabajar con independencia. Es decir, no estar sometido a presiones. luego le producto de nuestro trabajo es lo que puede ser criticado y analizado por la sociedad. Yo como operador judicial en ese caso recibí presiones por fuera del sistema, y no todo el mundo está preparado.

Si se pone en la picota al juez a la persona... Hay gente que dice "Fulano opera políticamente"; no hay cosa más alejada a la realidad decir que un juez trabaja para el sistema. Y eso sucede cada vez más,  y deslegitima el sistema. Queremos velar por esa independencia técnica. Sobre el trabajo final sí se puede opinar.

No respaldamos las decisiones de la personas (los jueces), sino que se respaldan solas. Nosotros defendimos es que no se ataque a la persona del magistrado. Que no se genere un juicio paralelo de las cosas, y que no se exponga al colega en su vida personal, que el trabajo se mantenga descontaminado. Que sea una garantía para la sociedad.


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