Los esfuerzos de ahorro en Inefop: "Estamos redirigiendo fondos pero tenemos que pensar un instituto que funcione con $800 millones menos"

El director general del Inefop, Pablo Darscht, sostuvo que con los recortes en viáticos "se puede capacitar a otros uruguayos".

La dirección del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) resolvió la semana pasada recortar de $223 a $90 el viático que paga por cada clase asistida. Esta disposición afectará a partir de octubre a los 20.000 desocupados que realizan los cursos todos los años y cobran esta prestación. La medida fue implementada debido al déficit de $800 millones con el que cerró el organismo el año pasado.

Tenemos déficit y hay que de una manera poner las cosas en orden. Para eso vemos los recursos en los que la ley le da para sus cometidos. Tiene que ver con el acceso a al capacitación y la capacitación en sí. El transporte y el acceso digital son las prestaciones que se están dando. Asignar dineros públicos por alimentación desde el instituto, cuando esta gente ya tiene su prestación porque están en seguro de desempleo. Lo incremental de la capacitación es asistir, alimentarse lo tienen que hacer de cualquier manera. El instituto puede capacitar a otros uruguayos que no están pudiendo llegar.

Está expresamente previsto que quien tenga costos de transporte superiores a $90 así lo puede manifestar y se estudia el caso. Si hay que pagar viáticos mayores, se van a cubrir.

Lo estamos redirigiendo pero además tenemos que pensar un instituto que funcione con $800 millones menos. Con lo que estamos ahorrando, el Instituto hubiera tenido una erogación de $10 millones.

Formación digital

Estamos buscando formas de capacitar a la gente que sean más costo-eficientes. Tenemos que buscar mecanismos de poder ayudar a más personas. Los meses de pandemia nos agarraron desprevenidos y recién llegados. Si se le puede agradecer algo a la pandemia, en Inefop nos ahorró un par de años de si se podía o no virtualizar algo. El instituto tenía unas 5.000 personas en curso, eso se suspendió por ser presencial y se retomaron en formato digital.

No alcanza con prender Zoom y dar la clase, se precisan competencias y habilidades prácticas. El instituto está empezando una etapa de formación de formadores. Tiene desafíos que son desde lo tecnológico. En estos meses lo que hemos tratado de hacer es que el instituto no se pare. Si nos tomamos el año para hacer diagnóstico, hay mucha gente perjudicada. Lo que hicimos es priorizar las tendencias en que el mercado laboral es más auspicioso. Eso no lo hacemos de forma muy científica porque carecemos de las herramientas de base. No es lo mismo que pasa en Salto que en Durazno. Hay cosas que son sectoriales, como la tecnología y comunicaciones, que viven en otro mundo, sin pandemia. También están las competencias transversales. Con los reclutadores hablamos que a las empresas les importa trabajar en equipo, usar una planilla de cálculo, hacer una presentación o que tenga una presencia en internet defendible. Esos son los temas en que más foco puede hacer. Son las más complicadas de enseñar y eso es a lo que apuntamos con el convenio con Microsoft y Eidos.

Los datos de cuántos obtienen trabajo después de las capacitaciones los pedimos en marzo. Estamos en coordinación con el MTSS y su área de estadísticas. Si resulta, será necesario dar más presupuesto y si no, hay que cambiar a quienes capacitan. No podemos decir que fracasamos. Tiene que haber una forma, si no la hay, será responsabilidad de quienes estamos a cargo.

Nos hemos dedicado a ejecutar, no hemos tenido tiempo para medir. Antes de apoyar, vamos a evaluar si se puede.

A menudo debatimos si el problema de Inefop es por la deuda que hay en el Estado. La decisión no es si se pone o no dinero público, porque la ley dice que tiene que ir. Es ver si se pone más o menos.

Tengo mucha confianza en que vamos a poder mostrar en tiempos cortos los resultados.

Programa Uruguay Estudia

Uno de los componentes tiene que ver con las becas, otro con las tutoráis para terminar ciclos. A estas personas se les asume que atender al centro les es imposible por su edad y la etapa que transitan, entonces se hacen tutorías.

Otra parte tiene que ver con becas. EL programa estaba diseñado en la forma que el instituto era una suerte de caja. No obstante, en los periodos previos, el instituto solicitaba información básica para que el instituto funcionara. Se era crítico en el aporte de las becas, que no acercaban gente- diagnóstico hecho en 2015. Se las daban a quienes ya estaban inscriptos. Los criterios de asignación de becas no son conocidos por Inefop, que no puede ser así. Las auditorías nos exigen que sepamos.

Las becas de este año no se asignaron y si se lo hizo fue una irresponsabilidad. Que el ciclo empieza en marzo en Uruguay lo sabemos. No le podés dejar al gobierno que viene en marzo respuestas sin contestar del periodo anterior y tomá la decisión si invertís o no $104 millones.

El director anterior no la aprobó porque no estaba la información y ninguno de los que permanecieron planteó el tema. Perfectamente pudieron haber anticipado para que estos no fuera un problema. El tema es que la decisión que surge en actas no estaba tan claro que había que seguir pagándolo. Lo que pasa es que es más fácil tirarle el fardo al próximo gobierno.

No podemos ejecutar fondos públicos sin saber el resultado que tienen.

El instituto tiene varias formas de capacitar: una es armar grupos para dictar las clases, la otra es dar vouchers. En algunos casos no hay masa crítica para que se den cursos. Las cosas se están haciendo pero no es con cursos enteros, sino contratando.


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