Marcel Keoroglian y la polémica con Doña Bastarda: "La IM está ensuciando mi nombre. Solo hice un grito al viento, no le metí la pesada a nadie"

"Si hay un reglamento, hay que respetarlo y es ese. El asunto es que subieron un reglamento equivocado, hicieron equivocar a la murga y le sacaron los puntos".

Esta edición del Concurso Oficial de Carnaval en el Teatro de Verano promete ser una de los más polémicos de los últimos años. Uno de los grandes centros de atención gira en torno a la murga Doña Bastarda, una de las favoritas para ganar el concurso y que no clasificó a la Liguilla por una sanción de 82 puntos: 72 por uso excesivo de la guitarra y 10 por bajar tarde del escenario.

¿Qué balance hace Doña Bastarda sobre la sanción que le impusieron? ¿Se sentían favoritas para ganar el concurso?  Abordamos el tema junto a Marcel Keoroglian, integrante de la murga Doña Bastarda.

El reglamento dice que hay determinado tiempo para tocar un instrumento como, por ejemplo, la guitarra. Los gurises averiguaron en la web de la Intendencia y ahí no decía nada: ese reglamento no decía nada, estaba incompleto, le faltaban páginas.

Se fijaron en el reglamento, de buena fe, y vieron que no había ninguna limitación. Indujeron al error. Nos sacaron 72 puntos por tocar en exceso la guitarra.

La murga dijo que en el reglamento no decía nada y luego ahí fue la Intendencia y cambió el reglamento. Tenemos captura de pantalla del reglamento.  Cambiaron el reglamento como que nadie se iba a dar cuenta.

La murga hizo una apelación a Jurídica de la Intendencia. Asumen que puede haber habido un error, pero que nos jodamos.

En 35 años de Carnaval nunca leí un reglamento. Solo sé que no me tengo que pasar de tal tiempo.

Si hay un reglamento, hay que respetarlo y es ese. El asunto es que subieron un reglamento equivocado, hicieron equivocar a la murga y le sacaron los puntos. Reconocen que se pueden haber equivocado e inducido al error.

Cuando bajamos de la segunda rueda, que la cerramos y luego dieron los fallos, ahí sí hubo de todo, hubo animosidad contra mi persona. Y eso lo vamos a denunciar.

La murga estaba en el pedregullo y empezaron a dar los fallos de la Liguilla. De repente, supimos que no habíamos pasado. Y la gente empezó a gritar, que nos habían robado y que eran chorros.

Pero la Intendencia dice en su comunicado que se fue a presionar al jurado, que hubo agresiones verbales. Pero hubo solo unos gritos. Y el comunicado resalta especialmente a Marcel Keoroglian: ¿por qué? ¿Porque soy gordo, porque salgo en la tele? Yo grité que estaban matando al Carnaval por un puestito en la Intendencia, políticos de m. Nunca hubo una amenaza. Yo solo hice un grito al viento. Están ensuciando mi nombre. Está mal gritar, aunque sea injusto o no.

¿Los políticos no se equivocan nunca? Suben un reglamento que está mal. En vez de sacarnos 72 puntos, podrían haber sacado 70 y decir que dos los perdonaban porque ellos estuvieron mal. Es hora de que asuman ellos también sus responsabilidades. Yo no amenacé a nadie, simplemente grité un pensamiento al viento. Y lo seguiré gritando.

El comunicado enchastra. No merezco este enchastre: no presioné al jurado, no amenacé ni metí la pesada a nadie.

La gente nos recibe como si fuéramos los Rolling Stones. Nos abrazan. Se nos duplicaron los tablados. Vamos a ver qué pasa. No está muerto quien pelea.


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