Paola Beltrán, de la coordinadora solidaria de Villa Española, contó que esta organización se creó para que las ollas se apoyen entre sí por temas de logística y recursos.
Este fin de semana se realizó el primer encuentro de organizadoras de ollas populares, merenderos y movimientos sociales barriales que tratan de combatir el hambre en el contexto de la pandemia del coronavirus, evento que convocó a más de 100 personas. La idea del encuentro, es ir articulando la creación de una gran coordinadora de ollas populares, para desarrollar iniciativas e ir diseñando estrategias que garanticen la sostenibilidad del movimiento a largo plazo.
La necesidad surge de que se vieron dificultades para abastecer las ollas y de la necesidad de que las ollas pudieran encontrarse y con voz propia decir las necesidades. Así surgió el encuentro el domingo en Fucvam para poder trabajar logística y pedido de donaciones.
Lo que está pasando en los barrios según el censo de Soldiaridad.Uy 38.790 personas en Montevideo están comiendo en las ollas populares, algo que no debería ocurrir y expresa una situación económica para la gente. También es difícil pensar esto de las ollas a largo plazo porque la gente no tiene que acostumbrarse a ir a comer a una olla a largo plazo sistemáticamente.
Si bien la solidaridad atiende esta explosión de la pandemia, también se entiende que tiene que haber otro tipo de apoyos a nivel del Estado.
Este movimiento que se generó este domingo empezaremos a intercambiar entre todas las redes.
Las ollas surgen de manera muy espontánea. Es un trabajo arduo, es impresionante el trabajo de la gente.
La coordinadora de Villa Española nuclea a unas 20 ollas. Según las compañeras que relevaron eran 188 en abril y ahora en julio 229. Cerraron en el medio porque algunas personas quedaron desocupadas.
Las ollas populares existieron en la crisis 2002.
Mucha gente no fue a seguro de paro sino que quedaron sin ingreso. No hemos notado que la cantidad de gente baje. Hay muchos niños que van a merenderos y por eso la necesidad de leche en polvo, carnes y verdura.
La gente que tiene un salario mínimo o una familia que mantener no le alcanza y va a la olla.
Tenemos vecinos que van de puerta a puerta a los sindicatos. El Estado no nos ha ayudado con las ollas. Lo que debería ocurrir es que potencie sus recursos para que la gente no tenga que recurrir. Lo que debería ocurrir es que la gente pueda trabajar y no necesite una olla para sostenerse. Las ollas deberían poder recurrir.
Por donaciones o para colaborar pueden contactarse al 092555425.
